domingo, 6 de febrero de 2011

Jon Lee Anderson: “Me incomoda ver cómo nuestros diarios se convierten en filtros para filtraciones”.

Autor de una de las biografías del Che Guevara más vendidas, y uno de los cronistas de guerra más conocidos de nuestros tiempos, Anderson aportó su visión sobre el fenómeno de WikiLeaks. Habla desde su casa, en Londres, recién llegado de Afganistán, un contraste que le permitió medir el impacto de las filtraciones en uno y otro mundo.

Por ANDRES HAX



Una de las acusaciones más serias contra Julian Assange es que ha puesto vidas en peligro. Usted conoce los campos de batalla estadounidenses íntimamente. ¿Cómo evalúa esta acusación?

Para ser honesto, no he escuchado ninguna evidencia directa de que la información que él ha filtrado haya puesto vidas en peligro. Por supuesto WikiLeaks es algo que está en la boca de todos — y me he encontrado con muchos periodistas y también algunos oficiales estadounidenses en Afganistán, y nadie lo mencionó. Entonces, no es algo que está muy presente en la mente de estas personas. No es una respuesta científica, pero es lo mejor que puedo dar en el momento. Es un tema marginal.

¿Considera a Assange como periodista? ¿Qué impacto puede tener sobre el periodismo ahora y a largo plazo?

Contestaré la primera parte de la pregunta después, porque aún estoy tratando de entenderlo… No me gustaría llegar a conclusiones o definiciones muy apresuradas sobre qué es lo que pienso que es WikiLeaks. Aún está en evolución. Es todo muy "Brave New World" ("Un mundo feliz"). Creo que aún no se puede definir. Es parte de un debate más amplio sobre cómo está cambiando el periodismo en términos generales. Podemos agregarle WikiLeaks a este debate en curso en cual todos participamos. ¿Hacia dónde va la industria, cómo cambia la tecnología la percepción del público, cómo su relación con las noticias y con los políticos — junto a nuestra propia habilidad para entender y comunicar los eventos de nuestros tiempos como periodistas?

Todo esta cambiando. Y WikiLeaks es parte de esto. Y es posible por la revolución tecnológica que aún estamos experimentando. Pero forma parte de una tradición de cruzadas o de revelaciones de secretos. Dentro de los medios siempre ha habido un sector encargado de esta función. Yendo al pasado hay casos famosos. Y lo de WikiLeaks forma parte de esa tradición. Sin embargo, creo que también es cierto que Assange y sus colegas se ven como activistas públicos.

Y esto no se limita necesariamente a WikiLeaks. Lo he observado en el último año (tengo amigos en Human Rights Watch) y con cada vez más frecuencia estas personas están haciendo el trabajo, en algunos casos, que hacían periodistas de investigación tradicionales. Pero hay tan pocas organizaciones de noticias que subvencionan, mantienen o realmente han apoyado equipos de investigación propios. Y eso ha dejado un vacío que se tuvo que llenar, y que se está llenando —en muchos casos— por activistas sociales y por organizaciones como Human Rights Watch. Algunos de sus informes no son meramente noticias legítimas, sino que también son bien narrativas. Si miras a los diarios, cada vez más están tomando la posta de tales organizaciones, ni hablar de WikiLeaks (sic).

Volviendo a la otra pregunta: ¿cómo esta afectando las noticias? ¡Por dios! Yo llegué la noche anterior de Afganistán a una Inglaterra que estaba transformada en cuanto a la prensa… Si uno mira la prensa de calidad, por supuesto The Guardian, que está participando en este consorcio de diarios que están publicando las filtraciones… está lleno, por un lado, de las revelaciones de WikiLeaks; por otro lado, de noticias sobre WikiLeaks y sus consecuencias; y agregado a esto, noticias sobre las reacciones sobre WikiLeaks, que es político.

Entonces, WikiLeaks ahora no es solamente un divulgador de información oculta, sino que también está afectando los acontecimientos globales. O, de todas formas, la percepción de acontecimientos globales. Estamos viviendo tiempos fascinantes.

¿Qué significa la participación activa de los grandes medios en editar y difundir las filtraciones de WikiLeaks? ¿Le da más credibilidad a Assange? ¿Por qué no lo subió a su sitio no más?

No tengo respuesta al por qué no subió simplemente las filtraciones a la Web. Pero claramente aumenta su credibilidad y lo legitimita a un nivel extraordinario. Que cinco de los diarios líderes del mundo occidental participen y cooperen publicando la información dada por WikiLeaks le da una legitimidad enorme… Crea un argumento contundente contra esas voces políticas que están pidiendo que Assange sea ejecutado…

Allí está The New York Times. Hay que decir que The New York Times ha sido, históricamente, una publicación de registro del mainstream; y también ha sido un importante filtro para información filtrada por agencias del gobierno de los Estados Unidos… Aun afuera del tema de WikiLeaks, reiteradamente se muestra dispuesto a publicar información en su primera plana con referencia a la guerra en Afganistán que está filtrada directamente por fuentes importantes, anónimas, del gobierno estadounidense. Y con fines políticos.

Puedo pensar en por lo menos cuatro artículos que he leído yo mismo en el último mes en los cuales el diario, en el tercer o cuarto párrafo, dice: “hemos omitido el nombre de la fuente por pedido de la Casa Blanca.” Aunque estés de acuerdo o no, muestra que han adoptado una posición de filtro para la Casa Blanca.

¿Y eso lo ves como una actitud sumisa o colaboracionista?

Es una actitud de colaboración. Estoy pensando en un artículo donde se reveló, en una primera instancia en The New York Times, que el gobierno de los Estados Unidos y de Karzai estuvieron activamente reclutando a defectotes talibanes para que se fueran a Kabul — y hasta fueron transportados por helicópteros estadounidenses dentro de negociaciones secretas; y después, ¡ese mismo diario reveló que el supuesto mediador talibán era, en realidad, un impostor! Y que ellos conocían su nombre desde el principio, pero que —por pedido de la Casa Blanca— habían ocultado la información. Ahora. La primera información fue filtrada por la Casa Blanca: querían que se supiera que estaban negociando con los talibanes, para lograr un efecto político. Pero después el mismo diario se prestó a revelar que esa persona (cuyo nombre conocían desde el principio, pero en sólo ese segundo momento revelaron) era un impostor.

¿Estás sugiriendo que la Casa Blanca está editando The New York Times?

No iría tan lejos. Esas son tus palabras, no las mías… Pero creo que a veces esa relación es cuestionable y se debe debatir. Me preocupa, en cierto grado. Uno tiene que tener cuidado sobre cuánto uno se convierte en filtro para figuras o instituciones del poder. Ahora, menciono esto porque al mismo tiempo este mismo diario es parte del grupo de diarios que está publicando WikiLeaks; que al mismo tiempo está molestando al mismo gobierno estadounidense, que también provee filtraciones al mismo diario. Es una situación fascinante. Y, personalmente, me siento incómodo al ver cómo nuestros diarios se convierten en filtros para las filtraciones. Esto no es una forma indirecta de decir que me preocupa el tema de WikiLeaks. Estamos en una crisis de confianza pública en nuestras instituciones públicas. Y este fenómeno de WikiLeaks pone en evidencia esto mismo. Recién estamos viendo los primeros relámpagos de un problema mucho más grande, que es que no tenemos debates honestos y saludables…

Yo estaba intentando pensar qué es realmente lo que pienso sobre todo esto. ¿Estoy de acuerdo con toda esta gente que esta tan indignada?... Y en el fondo, la pregunta es: ¿He leído algo en las filtraciones de WikiLeaks que no hubiera querido saber? ¿O algo que ha afectado la seguridad de nuestro mundo? Y la respuesta es, no. Entonces, uno tiene que ponerse a un lado y preguntarse ¿Por qué es así? Y es porque nuestros gobiernos se pasan todo el tiempo filtrando la información que ellos mismos eligen para influir la opinión pública.

¿Cómo compara las filtraciones diplomáticos con los de la guerra? ¿Es posible que estas últimas filtraciones le vayan a jugar en contra a Assange y WikiLeaks?

Sólo en el sentido que ha sumado un montón de enemigos. Estas últimas filtraciones afectaron directamente las carreras de muchas personas. Pero ambos están motivados, en su centro, por un impulso parecido, que es un ideal casi anarquista de desafiar a los gobiernos y a las instituciones que han llevado a nuestras sociedades a sus dilemas actuales.

¿Piensas que lo van a callar?

No lo van a callar. Él va a encontrar una forma de seguir sacando su información. Y no creo que el público se enoje cuando saque sus próximas filtraciones sobre Bank of America. Dado el colapso económico, dadas las sospechas sobre los bancos como instituciones, dadas las decisiones políticas que nos han llevado a guerras controversiales y conflictos que no terminan y cuestan cantidades enormes de dinero… Dado todo esto, es un fenómeno imparable. Es un síntoma de nuestros tiempos.

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