viernes, 5 de junio de 2009

CINE_VIAJE INOLVIDABLE

Estrenos de cine: viaje inolvidable


"Haroldo Conti...", de Miguel Mato, recorre la rica vida del escritor secuestrado durante la dictadura.


"Homo Viator". Protagonizada por Darío Grandinetti y dirigida por Miguel Mato, la película narra la vida de Haroldo Conti.
El intento de rescatar al múltiple Haroldo Conti, no al Conti mártir, ni siquiera -solamente- al escritor, navega a vela hinchada en Homo Viator..., expresión en latín que en este caso alude menos a una condición de viajero geográfico que de hombre que transitó la condición humana y aún la transita. La muerte, parece decirnos el realizador Miguel Mato, no clausura; no al artista, no al autor de Sudeste. Evitemos la metáfora obvia de decir que la película llega a buen puerto: digamos que deja bellas, perdurables estelas, como la vida (las muchas vidas) de Conti.

El comienzo, sin embargo, presagia lo peor. La reconstrucción ficcional de los instantes previos al secuestro del escritor (interpretado por Darío Grandinetti), mientras un esbirro dictatorial (Carlos Santamaría) elabora un informe condenatorio, demuestra que la dramatización de hechos reales suele debilitar la narración cinematográfica, cuando procura lo contrario. Las secuencias menos logradas de este filme se apoyan en representaciones visuales -a través de actuaciones- de textos de Conti: subrayados innecesarios, salvo en el bellísimo final.

Pero esta película, que no se define -no tiene por qué hacerlo- por el documental ni la ficción, hilvana felizmente otros elementos, algunos poderosísimos, como las filmaciones de Conti a poco de su secuestro (tomadas por Ricardo Cuervo, estudiante de cine muerto en un accidente en 1978) y su voz en off. Testimonios de familiares (con sobreimpresos insuficientes); fotografías; fragmentos de otros filmes; la dúctil lectura -de Grandinetti- de textos de Conti.

En una parte, los hijos hablan de las notas que el escritor -y navegante y aviador y docente y ex seminarista y militante asesinado por ideales colectivistas y padre- les dejaba al irse (al mar, al Tigre, a sitios que amaba) y se preguntan si así se redimía de cierta culpa. Sobre las remotas imágenes de uno de sus hijos remando, escuchamos a Conti a través de Grandinetti. "Marcelo capitán, de nuevo me marcho. Nací para un camino solitario. No es un castigo, es simplemente mi destino. Mi forma de ser y amar. Nací para la libertad...". La conmovedora dimensión humana, sin artificios.

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