sábado, 1 de agosto de 2009

CLAUDIO QUINTEROS, ACTOR Y DIRECTOR DE TEATRO



“Soy tímido, oscuro y libertino”

Por Roxana Sandá




Actor, director y dramaturgo. Es profesor de teatro desde 1994. En la actualidad da clases de actuación en su propio teatro y espacio de investigación, El Brío. Como director trabajó junto con Nayla Pose en Nuestros padres –versión libre de Barranca abajo–, y en La Venus de las pieles, obra en la que también actúa. Protagonizó Espía a una mujer que se mata, Panorama desde el puente, El zoo de cristal y Cartas a mamá, entre otras. Recibió los premios Martín Fierro Revelación y Clarín Revelación en 2003, por su trabajo en Resistiré, y el premio ACE a Mejor actor de reparto por su labor en Panorama desde el puente, en 2004. (Nuestros padres y La Venus de las pieles: sábados 21.30 y 23.30 en El Brío. Guatemala 5092.)

¿Por qué decidió dirigir obras como Nuestros padres y La Venus de las pieles, de Leopold von Sacher-Masoch, que reflejan mujeres esclavas o enemigas, pero nunca compañeras?

–Para que ese reflejo les haga ver que creo profundamente en las mujeres sexuadas, libres, amigas y compañeras.

¿Por qué decidió llevar al teatro la obra de Sacher-Masoch?

–Porque creo en el amor sexual por encima del sufrimiento en el amor.

¿Qué cree haber descubierto en el universo femenino que componen las tres hermanas de Nuestros padres?

–La obra, construida junto a Nayla Pose, habla de la fragilidad del ser ante un sistema desquiciado y perverso que destruye la dignidad tanto en las mujeres como en los hombres, sin diferencia de sexos.

¿Cuánto de usted se cruza en esa interpretación de relaciones amorosas atravesadas por la dualidad dolor-placer?

–No es una interpretación personal. La dualidad dolor-placer es un mecanismo instalado en el ser. Vea El problema económico del masoquismo de Sigmund Freud.

¿Cree que es necesario sexualizar la historia de la humanidad, como sostiene Deleuze al definir la obra de Sacher-Masoch?

–Sí, absolutamente. Sexualizar la historia de la humanidad es sexualizar nuestras vidas. Sin esa lectura se cae en un sinsentido y se omite el verdadero origen de los acontecimientos.

¿Cuál es esa búsqueda perturbadora que propone su espacio de investigación teatral, El Brío?

–Que usted haga estas preguntas, por ejemplo. Para reflexionar sobre el tema. La búsqueda del equipo no es perturbar como objetivo, en todo caso puede ser una consecuencia de los temas que abordamos, que lamentablemente aún siguen siendo tabú.

¿Qué momentos del erotismo llevado al teatro o al cine fueron disparadores clave en su carrera (y por extensión inevitable en lo personal)?

–Dos películas: Relaciones peligrosas y Ojos bien cerrados.

Mencione una/o dos actrices/actores-directores que influyeron en su mirada sobre el erotismo.

–Lynch, Franz Castorf, Pina Bausch.

Fueron memorables sus escenas erótico-masoquistas con Tina Serrano en Resistiré. ¿Cuánto juega la pulsión erótica en cada uno de los proyectos que encara?

–La pulsión erótica sanadora es el fundamento de cada proyecto.

¿En cuál de estas tres categorías encaja mejor?: Libertino.Perverso tímido.Oscuro irremediable.

–¡Ja!... ¡En todas! Soy tímido, oscuro perverso y libertino irremediable. ¿Su cosecha no tiene más categorías? Las espero.

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