"Ganar el Oscar fue un paso enorme"La actriz, que fue premiada por encarnar a Edith Piaf en "La vie en rose", se luce como la novia de Johnny Depp en "Enemigos públicos".Por: Diego Lerer
BELLEZA FRANCESA LA ACTRIZ DICE QUE SIEMPRE FUE SU SUEÑO TRABAJAR EN HOLLYWOOD.La candidez y la amabilidad de Marion Cotillard contrasta con lo que uno espera de la mayor parte de las estrellas de Hollywood a la hora de enfrentarse con la prensa. Es que si bien la actriz ya se ha ganado un Oscar por su sorprendente trabajo encarnando a Edith Piaf en La vie en rose, sigue siendo una novata. Y aún más en Hollywood.
Su papel en Enemigos públicos como la novia de John Dillinger (Johnny Depp), le permitirá a esta actriz de 33 años nacida en París, acceder a un público masivo e internacional, después de roles secundarios en películas como El gran pez, de Tim Burton; Un buen año, de Ridley Scott, y en éxitos franceses como la trilogía Taxi y Amor eterno, de Jean Pierre Jeunet. Y, claro, la increíble transformación en la Piaf.
"Michael Mann me llamó para hacer el papel antes del Oscar -dice la actriz, con su suavemente acentuado inglés-. Tanto ese papel como el de Nine (el musical de Rob Marshall que se verá a fin de año) los recibí antes del premio. Después, ganarlo fue otro paso enorme para mí. Me considero muy afortunada".
Respecto a su trabajo en Enemigos..., en la que interpreta el papel de Billie Frechette, dice que "trabajar con un director increíble y actores increíbles como ellos es un sueño. Cuando era más joven todas mis películas favoritas eran norteamericanas. Pero como no queda bien decir eso en Francia, porque se supone que te tiene que gustar más el cine de autor, al principio de mi carrera decía que no me gustaba Hollywood. Pero no lo creía. Mis héroes de la infancia eran Chaplin, Fred Astaire, los Hermanos Marx. Me encanta trabajar acá."
La actriz, que ya firmó para actuar en Inception, la nueva película del director de Batman. el Caballero de la noche, Christopher Nolan, en la que compartirá cartel con Leonardo DiCaprio, cuenta que la convocatoria de Mann para este rol se hizo de una forma muy particular.
"Es un perfeccionista absoluto -cuenta-. Y eso me encanta. La primera vez que me reuní con él fue acá mismo (en el Hotel Four Seasons, de Los Angeles). Me dio el guión e hicimos tests durante tres días seguidos en los que casi no dormí. Después del tercer día volví a la noche a mi cuarto y encontré una caja enorme que tenía películas, música y diarios de la época, libros de historia, material sobre los indígenas (Frechette era mitad indígena, de parte de madre) y varios documentales. Le pregunté a mi agente que hacer con eso: 'Leelo todo', me dijo. 'El te va a preguntar todo'. Ver y leer todo ese material me ayudó muchísimo para el personaje".
Pero la preparación no terminó ahí. "Cuando fuimos a Chicago conocí a esposas de convictos y pude entender cómo es vivir con miedo, sin saber qué va a pasar con tu pareja. Me contaron historias tremendas y pude captar sus emociones."
¿Cómo fue trabajar con Johnny Depp?
Lo conocí en el tercer encuentro que tuve con Mann. Quería hacer pruebas para ver cómo dábamos en cámara los dos juntos. Fue para la misma época de los Oscars. Johnny es una persona talentosísima pero también muy humilde. Para mí fue un gran ejemplo, darme cuenta que una gran estrella puede seguir siendo sencilla y solidaria.
¿Y filmar las escenas de sexo con él?
No me siento cómoda en las escenas de sexo y le dije eso a Michael. Me incomoda, no importa que sea mi novio, Johnny Depp o Brad Pitt. Prefiero que me peguen por horas que tener que hacer una escena de sexo (risas). Pero Michael lo manejó muy bien, lo hicimos como una coreografía y pude tolerarlo...
¿Cuál es su opinión de Dillinger?
Creo que era una buena persona y que la vida lo fue llevando a convertirse en un gángster. Estuvo diez años en la cárcel por robar, de chico, en un negocio. Esa fue su escuela. Hizo lo que sabía hacer para sobrevivir, no era un asesino desalmado y no mató a nadie. Era muy carismático. Yo me hubiera enamorado de una persona así. Y Johnny es muy carismático también, así que encajó perfectamente en el papel.
La actriz dice que no tiene un criterio específico a la hora de elegir roles. "Salvo pornografía, me gustan todo tipo de películas. Puede ser de ciencia ficción o de autor. Lo que necesito es sentir el deseo de hacer ese personaje. Si cuando leo el guión siento que la sangre empieza a bombear en mi corazón, es porque estoy metida en el papel, en la película. Siento como si explotaran fuegos artificiales adentro mío".
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