Las obras de Jane Austen se siguen leyendo 200 años después de su muerte, y un nuevo análisis de su correspondencia personal ha llevado a una especialista en la enfermedad de Addison a sugerir que la novelista no murió de esa dolencia como en general se piensa.
Por: Karen Kaplan
La enfermedad de Addison es un trastorno hormonal en el que las glándulas suprarrenales no producen suficiente cortisol y aldosterona. Estas hormonas ayudan a mantener la presión arterial y permiten que otros sistemas cruciales funcionen correctamente. Hasta que se desarrolló un tratamiento en la década de 1950, la enfermedad de Addison fue fatal.
Sin embargo, varios de los síntomas principales - incluyendo confusión mental y dolor generalizado - están ausentes en los escritos personales de Austen, dice Katherine White, que timonea un grupo de autoayuda para pacientes de la Enfermedad de Addison en Gran Bretaña. De hecho, en una carta escrita a menos de dos meses antes de su muerte, Austen dijo a un amigo que "Mi cabeza siempre estaba clara, y apenas había tenido algún dolor."
También falta cualquier referencia a la pérdida de peso o la pérdida de apetito, que son síntomas comunes entre los pacientes de Addison, informó White esta semana en la revista británica Medical Humanities.
El Dr. Zachary Cope diagnosticó a Austen con la enfermedad de Addison en 1964, basado en el hecho de que sufría de agotamiento, dolores reumáticos, ataques biliosos y decoloración de la piel. Algunos de los síntomas también son compatibles con un diagnóstico de linfoma.
Sin embargo, White dijo en un comunicado que ella piensa que la tuberculosis es la causa más probable de la muerte, ya que "hubiera sido más común en el tiempo de Jane Austen y ofrecería una explicación más simple de sus síntomas."
La biógrafa de Austen, Claire Tomalin dijo que considera fascinantes estos nuevos análisis.
Tomalin dijo que había hablado con un médico que también cuestionó el diagnóstico de la enfermedad de Addison en su propia investigación para "Jane Austen: A Life". En un comentario publicado por The Times de Londres, escribió:
Me parece extraordinario que Austen, que murió en 1817, terminó "Persuasión" y que se embarcara en "Sanditon," un fragmento muy divertido en el que se burla de la hipocondría, en la última etapa de su enfermedad. Muestra el sentido del humor que tenía, lo que podía hacer cuando se estaba muriendo.
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