Un guiso que se vuelve desabrido
Por Horacio Bernades
Autora de varios libros de cocina y conductora de un programa de TV de cierta popularidad en los ’60, a lo largo de dos décadas Julia Child bregó por introducir la cocina francesa en EE. UU. Millones de toneladas de hamburguesas consumidas sugieren que su empresa no estaba destinada al éxito masivo. Desde ya que eso no le quita a la esforzada señora la bien ganada condición de heroína culinaria. En años recientes, una de sus admiradoras llevó adelante un blog en el que reportaba sus experiencias con aquellas recetas. Que esa discípula a distancia se llamara Julie Powell justifica el título de la película, que intenta vincular la iniciación de ambas en los secretos de la buena cocina, separadas por miles de kilómetros y medio siglo de distancia.
Desde Tienes un e-mail (1998), la realizadora y escritora Nora Ephron viene intentando un regreso, siempre esquivo, a los dorados tiempos de Sintonía de amor. En Julie & Julia, Ephron junta dos libros e intenta sacar de ellos una película. El primero es My Life in France, en el que la señora Child daba cuenta de lo que el título indica, a partir de su desembarco en la París de posguerra, de la mano de su marido diplomático (Stanley Tucci). Sin saber muy bien qué hacer, un cursito le permitió descubrir la french cuisine, convirtiéndose en su entusiasta vocera. Con ese libro, Ephron fusiona el que da título al film, donde Julie Powell (la irresistible Amy Adams) deja constancia de su exitosa experiencia de blogger y discípula.
¿Defensa del quijotismo gastronómico, metáfora de las relaciones entre el cine francés y el de USA, canto a la filiación electiva, elogio del refinamiento artístico frente a la producción industrial? En el mejor de los casos, algunos de esos ingredientes se presentan en pizcas, y diluidos. A lo largo de las maratónicas dos horas, la narración solo discurre, dándole la misma importancia a un interrogatorio del macartismo que a un té entre amigas y asemejándose, por su trabajoso relato en dos tiempos, a una versión culinaria de El Padrino 2. Entre postales que parecen escapadas de La Pantera Rosa se asiste no a una ñoña relación matrimonial sino a dos, en medio de patos deshuesados, boeufs à la bourguignone y truchas enmantecadas que lucen exquisitos, pero no se pueden probar.
A cargo del tramo más desabrido de esta película bifronte, Amy Adams se las arregla para hacer feliz al espectador con su sola presencia. Distinto es el caso de Mrs. Streep, entregada a una caricatura que, para un argentino, equivale a una copia sin original. Con un look que parece de Gasalla, llena de desafinaciones y sobretonos que caracterizarían seguramente a la Sra. Child, la personificación de Streep se torna agobiante. Mil veces más divertido está Dan Aykroyd, tomado directamente de la TV de los ’70 mientras caricaturiza a la cocinera en un sketch de Saturday Night Live, pifiándole a una pata de pato y cortándose un dedo en su lugar.
JULIE & JULIA
EE.UU., 2009.
Dirección y guión: Nora Ephron, sobre libros de Julia Child y Julie Powell.
Intérpretes: Meryl Streep, Amy Adams, Stanley Tucci y Chris Messina.
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