sábado, 28 de febrero de 2009

JULIO CORTAZAR: A 25 AÑOS DE SU MUERTE

Cortázar: La aventura de transformar la vida en un cuento fantástico

El 12 de febrero se cumplieron 25 años de la muerte del autor de Rayuela. Aquí, las claves de su vigencia inoxidable.

Por: Mario Goloboff

FINAL DEL JUEGO. Cortázar en diciembre de 1983, dos meses antes de morir. La foto fue tomada en un hotel céntrico de Buenos Aires.

Alguien me dijo en París que el escribía en el café Old Navy, del boulevard Saint Germain, y allí lo esperé varias semanas, hasta que lo vi entrar como una aparición. Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo, y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos a los dominios del corazón..."

(Gabriel García Márquez, El País de Madrid, 22 de febrero de 1984)




A veinticinco años de su muerte, hay por lo menos tres grandes campos donde se deben reconocer las mayores innovaciones producidas por Cortázar. Tienen que ver con los cambios, tal vez estructurales, que introdujo en el relato fantástico; con los elementos del sistema narrativo, y con sus ideas, realmente particulares, sobre la función de la lectura y del objeto libro. Respecto de los primeros, se presenta la tan debatida cuestión de la existencia, a lo largo de su vida de escritor, de "uno" o de "dos" Cortázar. La de una persistencia y una fidelidad primordiales a sus tempranos amores estéticos y literarios o, por el contrario, la de un abandono de los horizontes de la belleza artística en aras de compromisos políticos y sociales a los que habría advenido tardíamente. Pero la unidad de su obra cuentística desmiente esta versión. Ya desde sus primeros relatos, los contextos domésticos y cotidianos, así como los sociales y políticos, son fácilmente perceptibles en sus cuentos fantásticos sin que ellos (y he aquí una de sus grandes singularidades) dejen de ser fantásticos. Textos como "Casa tomada", "Omnibus" (con las oposiciones Chacarita-Recoleta, mayorías-minorías), "Las puertas del cielo", "Bestiario", "Las ménades", dan cuenta de nuevos fenómenos colectivos y de nuevas fuerzas sociales --la invasión de "los cabecitas negras" al coto cerrado de la clase media porteña-- que lo irritarían hasta el punto de pintarlos (luego habría de arrepentirse públicamente) con los trazos más oscuros y caricaturescos. Lo fantástico es, para él, algo que está en la realidad, una inquietud que surge, como lo puso el mismo, "en un plano que yo clasificaría de ordinario", en sus "intersticios", y que una mirada educada por el racionalismo, "por el optimismo filosófico y científico del siglo XVIII", no nos permitiría ver. Por eso, cada vez que habla del realismo le añade un adjetivo: "ingenuo", "falso".

Con Cortázar, por primera vez en la literatura rioplatense, se hace partir lo fantástico de situaciones domésticas, cotidianas, naturales; va brotando casi imperceptible, subrepticiamente, de aquellos "intersticios", y termina abarcándolo todo: "Cartas de mamá", "Las babas del diablo", "Autopista del sur", otros relatos como los muy políticos (que nunca dejan de ser fantásticos) "Grafitti", "Alguien que anda por ahí", "Apocalipsis en Solentiname", y tantos cuentos en los que el paso de un nivel al otro es apenas visible. Así, Cortázar habría obrado, alterándola, en la estructura misma del género, que hizo de la inverosimilitud (fantástica), y de su alejamiento de la representación de lo real, sus piedras fundamentales. Respecto del segundo campo donde aportó innovaciones considerables, el de los elementos del sistema narrativo, Rayuela (1963) introdujo cambios en la serie literaria que no pueden desconocerse. Enlazó la novela con las revoluciones poéticas anteriores e hizo entrar, de un modo tan ostensible como provocativo, la renovación literaria en el texto de ficción.

Contemporáneamente, se tuvo la impresión de que algo sucedía con este nuevo lenguaje narrativo, y de que cierto deslizamiento de la épica a la lírica, y del terreno de la oralidad al de la escritura, se estaba produciendo ahora también en la novela o, mejor dicho, Rayuela estaba ayudando a producir. En el gran movimiento literario, manifestado tan ruidosamente en los 60 (con sus alteraciones en el horizonte anecdótico así como en las técnicas de contar y de organizar los elementos del sistema novelístico), sin Rayuela habría faltado un acento indispensable: la nueva visión del género, el cuestionamiento del hecho mismo de narrar, la negación de las costumbres de consumo en la lectura y, con ella, el sacudimiento del lector. En tal sentido, es justo decir que, de todo aquel obrar colectivo, Cortázar fue uno de los pocos, si no el único, que siguió siendo fiel a la artesanía, al trabajo y a la búsqueda. Por último, en su constante lucha por salirse de las formas conocidas, de los géneros, avanza contra otras ataduras, otros confines de la expresión. Entre ellos, el objeto heredado, limitado, cerrado que se llama libro.

Un combate, más que contra los saberes que vehiculiza, contra hábitos seculares: "...le revienta la novela rollo chino. El libro que se lee del principio al final como un niño bueno" (Rayuela, capítulo 99). Esos "más allá" del objeto se manifiestan en títulos y subtítulos que elige; en intentos de traducir su práctica estética a otra (música, pintura, fotografía), como se ve en "El perseguidor", "Fin de etapa", "Las babas del diablo". Rayuela fue el punto más alto, lo que explica que quiso evitar por años el subtítulo novela: "Llamaré (subtítulo) ALMANAQUE". Es decir, un objeto diferente, por tamaño, forma y función, del clásico libro. O cuando mantiene la decisión de llamarla Disculibro o Discu-libro, el propio objeto en discusión. Antes, pueden anotarse el poema dramático Los reyes (1948) y algunos cuentos. Luego publica 62. Modelo para armar (1968), donde continúa, desde el mismo título, cuestionando el objeto y, en 1969, lleva a la práctica su desarticulación: Último round, un libro que contiene como mínimo dos, compuesto por "Planta baja" y "Primer piso"; aquí necesariamente deben mezclarse, superponerse las lecturas de ambas partes. Amén de otros volúmenes armados por collage o ensamblaje, como Libro de Manuel, la historieta Fantomas contra los vampiros multinacionales, el texto Silvalandia (que acompaña la obra gráfica de Julio Silva), Los autonautas de la cosmopista, compuesto con Carol Dunlop, dibujos de su hijo, anotaciones varias, un "Diario de ruta", fotografías y documentos diversos. Así, entre gestos voluntarios e involuntarios, entre actos más o menos llamativos y más o menos radicales, mantiene Cortázar una sostenida propuesta de trascender el objeto tradicional, para configurar otra entidad que, al menos desde el Persio de Los premios, comenzaba a cobrar cuerpo en su deseo de "Borrar las palabras /.../ ver qué dibujo sale de ahí /.../ no estoy lejos de pensar que un día veré nacer un dibujo que coincida con alguna obra famosa, una guitarra de Picasso, por ejemplo /.../ si eso ocurre tendré una cifra, un módulo. Así empezaré a abrazar la creación desde su verdadera base analógica, romperé el tiempo espacio, que es un invento plagado de defectos".

Paradójico destino, pues, el de todo creador fiel a la literatura: avizorar y preparar el ocaso, anunciar el fin de la especie. Rayuela, de vuelta: "Lo que él quiere es transgredir el hecho literario total, el libro, si querés". Cortázar fue, también, portador de ese desgarramiento y de ese sueño. ¿Habrán sido, finalmente, resabios de aventuras de la vanguardia como la patafísica, de la herencia estética del surrealismo, o atisbos, con otros como Blanchot, Borges y Jacques Derrida, de la postmodernidad que sobrevendría?

Mario Goloboff es autor de Cortázar, la biografía (Editorial Planeta, 1998)

FRANCESCA WOODMAN: La artista que desnudó su vida



























































"Pienso y hablo
a menudo de mi
detestable
tendencia al romanticismo. Creo que el
esfuerzo de
deshacerme de
esta actitud
en mi trabajo ha
tenido un extraño
efecto en mi vida.
La fotografía es
también una
manera de conectar
con la vida".


La artista que desnudó su vida

Murcia acoge la enigmática obra de Francesca Woodman, leyenda de la fotografía muerta a los 22 años


La mujer de la foto se intuye joven por la postura del cuerpo, el suéter informe y el pelo brillante que le cubre la cara. Su mano sujeta el cable del disparador, que el movimiento convierte en una varita mágica o en una espada luminosa. Autorretrato a los 13 años es la primera imagen que conocemos de Francesca Woodman (Denver, 1958-Nueva York, 1981) muestra en España.

En ella se exhiben 114 obras, incluidas 20 imágenes y seis vídeos inéditos, es decir, prácticamente todas las que los padres de la artista han decidido divulgar de las 800 instantáneas que les dejó el 19 de enero de 1981, cuando -como ellos dicen- "abandonó la vida" tirándose de la ventana de su loft en el East Village neoyorquino para convertirse en una artista de culto. Ellos nunca hablan de suicidio y, aunque esa fue la versión oficial, aquella noche sigue envuelta en el misterio.

Si bien sus imágenes revelan una fascinación estética por la muerte y la decadencia, materializada en casas decrépitas, flores secas y paredes desconchadas, sus imágenes no sólo se mantienen ajenas a la desesperación que precede un suicidio, sino que rezuman vitalidad, energía, poder y ansia de experimentación. Hija de una reconocida ceramista y un fotógrafo, Woodman se formó en una de las mejores escuelas de arte de América y creció rodeada de intelectuales, entre su Colorado natal, Nueva York, Roma y la campiña toscana. "Su vida está toda en sus fotos, a pesar de que nunca son narrativas, ni siquiera cuando se estructuran como serie. Francesca se analiza, pero no se cuenta, ni se revela", afirma Marco Pierini, director de Le Papesse y comisario de la muestra junto con Isabel Tejeda, directora del Espacio AV.

Casi nunca enseña el rostro y experimenta con su cuerpo desnudo. A veces se mira con los ojos de una mujer y otras con el deseo de un hombre, pero nunca soporta estar fuera del encuadre, incluso en la célebre serie Charlie the model, considerada su obra maestra, no puede abstenerse de alcanzar el modelo delante del objetivo, dejando la cámara a una amiga.

Woodman tiene sólo 18 años, cuando pide al grueso Charlie posar de forma exhibicionista y se apropia del cuerpo masculino, poniéndose en escena desnuda, como una domadora con un oso doméstico: son sus fotos más subversivas y las que confirman su lejanía del feminismo ortodoxo y militante que se le quiso atribuir.

Sus padres tardaron años en metabolizar el dolor y sólo en 1986 organizaron la primera exposición. Los primeros años sólo exhibieron las imágenes que la propia Francesca había revelado y elegido, pero tras ver el interés que despertaban, accedieron a positivar nuevas piezas, aunque con cuentagotas. De ahí que las 20 imágenes inéditas.

A pesar de su corta edad Woodman recibió una formación artística muy completa de ahí los ecos surrealistas de sus imágenes. Estudió en la Rhode Island School of Design en Provedence y durante un año en las instalaciones de la escuela en Palazzo Cenci en Roma.-

Francesca Woodman nació en 1958 y se suicidó a los 22 años, tras una depresión. Su legado artístico se compone de unas 800 fotografías a pesar de su corta vida.-

GALILEO GALILEI: el "padre de la ciencia".










Galileo
Galilei



Galileo Galilei (Pisa, 15 de febrero de 1564 - Florencia, 8 de enero de 1642 ), fue un astrónomo, filósofo, matemático y físico que estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica. Eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura). Sus logros incluyen la mejora del telescopio, gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un apoyo determinante para el copernicanismo. Ha sido considerado como el "padre de la astronomía moderna", el "padre de la física moderna" y el "padre de la ciencia".

Su trabajo experimental es considerado complementario a los escritos de Francis Bacon en el establecimiento del moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de Johannes Kepler. Su trabajo se considera una ruptura de las asentadas ideas aristotélicas y su enfrentamiento con la Iglesia Católica Romana suele tomarse como el mejor ejemplo de conflicto entre la autoridad y la libertad de pensamiento en la sociedad occidental.





Nacimiento e infancia


Galileo nació en Pisa, Italia, el 15 de febrero de 1564. Hijo mayor de siete hermanos, su padre Vincenzo Galilei, nacido en Florencia en 1520, era matemático y músico, y deseaba que su hijo estudiase medicina. Su familia pertenecía a la baja nobleza y se ganaban la vida con el comercio. Hasta la edad de diez años fue educado por sus padres. Éstos se mudaron a Florencia, dejando al religioso Jacobo Borghini,[1] vecino a cargo de Galileo. Por medio de éste, accedió al convento de Santa María de Vallombrosa en Florencia donde recibió una formación religiosa.

Galileo no prosiguió con la carrera eclesiástica por mucho tiempo, pues su padre, aprovechándose de una enfermedad de los ojos de su hijo, se lo llevó a Florencia en 1579.

Dos años más tarde, su padre lo inscribe en la universidad de Pisa, donde seguirá cursos de Medicina, Matemática y de Filosofía.

El descubrimiento de su vocación

En 1583 Galileo se inicia en la matemática por medio de Ostilio Ricci, un amigo de la familia, alumno de Tartaglia. Ricci tenía la costumbre, rara en esa época, de unir la teoría a la práctica experimental.

Atraído por la obra de Euclides, sin ningún interés por la medicina y todavía menos por las disputas escolásticas y la filosofía aristotélica, Galileo reorienta sus estudios hacia las matemáticas. Desde entonces, se siente seguidor de Pitágoras, de Platón y de Arquímedes y opuesto al aristotelismo. Todavía estudiante, descubre la ley de la isocronía de los péndulos, primera etapa de la que será el descubrimiento de una nueva ciencia: la mecánica. Dentro de la corriente humanista, redacta también un panfleto feroz contra el profesorado de su tiempo. Toda su vida, Galileo rechazará el ser comparado a los profesores de su época, lo que le supondrá numerosos enemigos.

Dos años más tarde, retorna a Florencia sin diploma, pero con grandes conocimientos y una gran curiosidad científica.

Antes del telescopio

De Florencia a Pisa (1585-1592)

Galileo comienza por demostrar muchos teoremas sobre el centro de gravedad de ciertos sólidos dentro de Theoremata circa centrum gravitatis solidum y emprende en 1586 la reconstitución de la balanza hidrostática de Arquímedes o bilancetta. Al mismo tiempo, continúa con sus estudios sobre las oscilaciones del péndulo pesante e inventa el pulsómetro. Este aparato permite ayudar a medir el pulso y suministra una escala de tiempo, que no existía aún a la época. También comienza sus estudios sobre la caída de los cuerpos.

En 1588, es invitado por la Academia Florentina a presentar dos lecciones sobre la forma, el lugar y la dimensión del Infierno de Dante.

Paralelamente a sus actividades, busca un empleo de profesor en una universidad; se encuentra entonces con grandes personajes, como el padre jesuita Christopher Clavius, excelencia de la matemática al Colegio pontifical. Se encuentra también con el matemático Guidobaldo del Monte. Este último recomienda Galileo al duque Fernando I de Toscana, que le nombra para la cátedra de matemáticas de la universidad de Pisa por 60 escudos de oro por año — una miseria. Su lección inaugural tendrá lugar el 12 de noviembre 1589.

En 1590 y 1591, descubre la cicloide y se sirve de ella para dibujar arcos de puentes. Igualmente experimenta sobre la caída de los cuerpos y redacta su primera obra de mecánica, el De motu. La realidad es que estas « experiencias » son puestas en duda hoy por hoy y sería una invención de su primer biógrafo, Vincenzo Viviani. Este volumen contiene ideas nuevas para la época, pero expone también, evidentemente los principios de la escuela aristotélica y el sistema de Ptolomeo. Galileo los enseñará durante mucho tiempo después de estar convencido de la exactitud del sistema copernicano, falto de pruebas tangibles.

La universidad de Padua (1592-1610)

En 1592 se trasladó a la Universidad de Padua y ejerció como profesor de geometría, mecánica y astronomía hasta 1610.[9] La marcha de Pisa se explica por diferencias con uno de los hijos del gran duque Fernando I de Toscana.

Padua pertenecía a la poderosa República de Venecia, lo que dio a Galileo una gran libertad intelectual, pues la Inquisición no era poderosa allí. Incluso si Giordano Bruno había sido entregado por los patricios de la república a la Inquisición, Galileo podía efectuar sus investigaciones sin muchas preocupaciones.

Enseña Mecánica Aplicada, Matemática, Astronomía y Arquitectura militar[10] . Después de la muerte de su padre en 1591, Galileo debe ayudar a cubrir las necesidades de la familia. Se pone a dar numerosas clases particulares a los estudiantes ricos, a los que aloja en su casa. Pero no es un buen gestor y sólo la ayuda financiera de sus protectores y amigos le permiten equilibrar sus cuentas.

En 1599, Galileo participa en la fundación de la Accademia dei Ricovrati con el abad Federico Cornaro.

El mismo año, Galileo se encuentra con Marina Gamba, una joven veneciana con la cual mantendrá una relación hasta 1610 (no se casan ni viven bajo el mismo techo). En 1600, nace su primera hija Virginia, seguida por su hermana Livia en 1601, luego un hijo, Vincenzo, en 1606. Después de la separación (no conflictiva) de la pareja, Galileo se encarga de sus hijos y enviará más tarde sus hijas a un convento; ya que el abuelo sentencia que son incasables al ser ilegítimas. En cambio el varón Vincenzo será legitimizado y se casará con Sestilia Bocchineri.

El año 1604

1604 es un año mirabilis para Galileo :

* En julio, prueba su bomba de agua en un jardín de Padua ;
* En octubre, descubre la ley del movimiento uniformemente acelerado, que él asocia a una ley de velocidades erróneas ;
* En diciembre, comienza sus observaciones de una nova conocida al menos desde el 10 octubre. Consagra 5 lecciones sobre el tema el mes siguiente, y en febrero 1605 publica Dialogo de Cecco di Ronchitti in Perpuosito de la Stella Nova junto con D. Girolamo Spinelli. Aunque la aparición de una nueva estrella, y su desaparición repentina entra en total contradicción con la teoría establecida de la inalterabilidad de los cielos, Galileo continúa todavía como aristotélico en público, pero en privado ya es copernicano. Espera la prueba irrefutable sobre la cual apoyarse para denunciar el aristotelismo.

Retomando sus estudios sobre el movimiento, Galileo «muestra» que los proyectiles siguen, en el vacío, trayectorias parabólicas. Hará falta la gravitación universal de Newton, para generalizar a los misiles balísticos, donde las trayectorias son en efecto elípticas.

De 1606 a 1609

En 1606, Galileo construye su primer termoscopio, primer aparato de la historia que permite comparar de manera objetiva el nivel de calor y de frío. Ese mismo año, Galileo y dos de sus amigos caen enfermos el mismo día de una misma enfermedad infecciosa. Sólo sobrevive Galileo, que permanecerá lisiado de reumatismo por el resto de sus días.

En los dos años que siguen, el sabio estudia las estructuras de los imanes. Todavía se pueden contemplar sus trabajos en el museo de historia de Florencia.

El telescopio y sus consecuencias

Invención del telescopio

En mayo de 1609, Galileo recibe de París una carta del francés Jacques Badovere, uno de sus antiguos alumnos, quien le confirma un rumor insistente: la existencia de un telescopio que permite ver los objetos lejanos.[cita requerida] Fabricado en Holanda, este telescopio habría permitido ya ver estrellas invisibles a simple vista. Con esta única descripción, Galileo, que ya no da cursos a Cosme II de Médicis, construye su primer telescopio. Al contrario que el telescopio holandés, éste no deforma los objetos y los aumenta 6 veces, o sea el doble que su oponente. También es el único de la época que consigue obtener una imagen derecha gracias a la utilización de una lente divergente en el ocular.[cita requerida] Este invento marca un giro en la vida de Galileo.

El 21 de agosto, apenas terminado su segundo telescopio (aumenta ocho o nueve veces), lo presenta al Senado de Venecia. La demostración tiene lugar en la cima del Campanile de la plaza de San Marco. Los espectadores quedan entusiasmados: ante sus ojos, Murano, situado a 2 km y medio, parece estar a 300 m solamente.[cita requerida]

Galileo ofrece su instrumento y lega los derechos a la República de Venecia, muy interesada por las aplicaciones militares del objeto. En recompensa, es confirmado de por vida en su puesto de Padua y sus emolumentos se duplican. Se libera por fin de las dificultades financieras.

Sin embargo, contrario a sus alegaciones, no dominaba la teoría óptica y los instrumentos fabricados por él son de calidad muy variable. Algunos telescopios son prácticamente inutilizables (al menos en observación astronómica). En abril de 1610, en Bologna, por ejemplo, la demostración del telescopio es desastrosa, como así lo informa Martin Horky en una carta a Kepler.

Galileo reconoció en marzo de 1610 que, entre más de 60 telescopios que había construido, solamente algunos eran adecuados. Numerosos testimonios, incluido el de Kepler, confirman la mediocridad de los primeros instrumentos.

La observación de la Luna

Durante el otoño, Galileo continuó desarrollando su telescopio. En noviembre, fabrica un instrumento que aumenta veinte veces. Emplea tiempo para volver su telescopio hacia el cielo. Rápidamente, observando las fases de la Luna, descubre que este astro no es perfecto como lo quería la teoría aristotélica. La física aristotélica, que poseía autoridad en esa época, distinguía dos mundos:

* el mundo « sublunar », que comprende la Tierra y todo lo que se encuentra entre la Tierra y la Luna; en este mundo todo es imperfecto y cambiante;
* el mundo « supralunar », que comienza en la Luna y se extiende más allá. En esta zona, no existen más que formas geométricas perfectas (esferas) y movimientos regulares inmutables (circulares).

Galileo, por su parte, observó una zona transitoria entre la sombra y la luz, el terminador, que no era para nada regular, lo que por consiguiente invalidaba la teoría aristotélica y afirma la existencia de montañas en la Luna. Galileo incluso estima su altura en 7000 metros, más que la montaña más alta conocida en la época. Hay que decir que los medios técnicos de la época no permitían conocer la altitud de las montañas terrestres sin fantasías.[cita requerida] Cuando Galileo publica su Sidereus Nuncius piensa que las montañas lunares son más elevadas que las de la Tierra, si bien en realidad son equivalentes.[cita requerida]

La cabeza pensando en las estrellas

En pocas semanas, descubrirá la naturaleza de la Vía láctea, cuenta las estrellas de la constelación de Orión y constata que ciertas estrellas visibles a simple vista son, en verdad, cúmulos de estrellas. Galileo observa los anillos de Saturno pero no descubre su naturaleza. Estudia igualmente las manchas solares.

El 7 de enero 1610, Galileo hace un descubrimiento capital: remarca 3 estrellas pequeñas en la periferia de Júpiter. Después de varias noches de observación, descubre que son cuatro y que giran alrededor del planeta. Se trata de los satélites de Júpiter, que llama Calixto, Europa, Ganimedes e Io,[cita requerida] (llamadas hoy satélites galileanos). El 4 de marzo 1610, publica en Florencia sus descubrimientos dentro de El mensajero de las estrellas (Sidereus Nuncius), resultado de sus primeras observaciones estelares.

Para él, Júpiter y sus satélites son un modelo del Sistema Solar. Gracias a ellos, piensa poder demostrar que las órbitas de cristal de Aristóteles no existen y que todos los cuerpos celestes no giran alrededor de la Tierra. Es un golpe muy duro a los aristotélicos. Él corrige también a ciertos copernicanos que pretenden que todos los cuerpos celestes giran alrededor del Sol.

A fin de protegerse de la necesidad y sin duda deseoso de retornar a Florencia, Galileo llamará los satélites de Júpiter por algún tiempo los « astros mediciens », en honor de Cosme II de Médicis, su antiguo alumno y gran duque de Toscana. Galileo no ha dudado entre Cosmica sidera y Medicea sidera. El juego de palabras « Cosmica = Cosme » es evidentemente voluntario y es sólo después de la primera impresión que retiene la segunda denominación.

El 10 de abril, muestra estos astros a la corte de Toscana. Es un triunfo. El mismo mes, da tres cursos sobre el tema en Padua. Siempre en abril, Johannes Kepler ofrece su apoyo a Galileo. El astrónomo alemán no confirmará verdaderamente este descubrimiento — pero con entusiasmo — hasta septiembre, gracias a una lente ofrecida por Galileo en persona.

Observaciones en Florencia, presentación en Roma

El 10 de julio 1610, Galileo deja Venecia para trasladarse a Florencia.

A pesar de los consejos de sus amigos Sarpi y Sagredo, que temen que su libertad sea restringida, él ha, en efecto, aceptado el puesto de Primer Matemático de la Universidad de Pisa (sin carga de cursos, ni obligación de residencia) y aquél de Primer Matemático y Primer Filósofo del gran duque de Toscana.

El 25 de julio 1610, Galileo orienta su lente astronómica hacia Saturno y descubre su extraña apariencia. Serán necesarios 50 años e instrumentos más poderosos para que Christiaan Huygens comprenda la naturaleza de los anillos de Saturno.

El mes siguiente, Galileo encuentra una manera de observar el Sol en el telescopio y descubre las manchas solares. Les da una explicación satisfactoria.

En septiembre 1610, prosiguiendo con sus observaciones, descubre las fases de Venus. Para él, es una nueva prueba de la verdad del sistema copernicano, pues es fácil de interpretar este fenómeno gracias a la hipótesis heliocéntrica, puesto que es mucho más difícil de hacerlo basándose en la hipótesis geocéntrica.

Fue invitado el 29 de marzo 1611 por el cardenal Maffeo Barberini (futuro Urbano VIII) a presentar sus descubrimientos al Colegio pontifical de Roma y en la joven Academia de los Linces. Galileo permanecerá dentro de la capital pontifical un mes completo, durante el cual recibe todos los honores. La Academia de los Linces le reserva un recibimiento entusiasta y le admite como su sexto miembro. Desde ese momento, el lince de la academia adornará el frontispicio de todas las publicaciones de Galileo.

El 24 de abril 1611, el Colegio Romano, compuesto de jesuitas de los cuales Christopher Clavius es el miembro más eminente, confirma al cardenal Belarmino que las observaciones de Galileo son exactas. No obstante, los sabios se guardan bien de confirmar o de denegar las conclusiones hechas por el florentino.

Galileo retorna a Florencia el 4 de junio.

Galileo atacado y condenado por las autoridades

La oposición se organiza

Galileo parece ir de triunfo en triunfo y convence a todo el mundo. Por tanto, los partidarios de la teoría geocéntrica según Aristóteles se convierten en enemigos encarnizados y los ataques contra él comienzan con la aparición de Sidereus Nuncius. Ellos no pueden permitirse el perder la afrenta y no quieren ver su ciencia puesta en cuestión.

Además, los métodos de Galileo, basados en la observación y la experiencia en vez de la autoridad de los partidarios de las teorías geocéntricas (que se apoyan sobre el prestigio de Aristóteles), están en oposición completa con los suyos, hasta tal punto que Galileo rechaza compararse con ellos.

Al principio, solo se tratan de escaramuzas. Pero Sagredo escribe a Galileo, recién llegado a Florencia: « El poder y la generosidad de vuestro príncipe (el duque de Toscana) permiten esperar que él sepa reconocer vuestra dedicación y vuestro mérito; pero en los mares agitados actuales, ¿quién puede evitar de ser, yo no diría hundido, pero sí al menos duramente agitado por los vientos furiosos de los celos? ».

La primera flecha viene de Martin Horky, discípulo del profesor Magini y enemigo de Galileo. Este asistente publica en junio 1610, sin consultar a su maestro, un panfleto contra el Sidereus Nuncius. Exceptuando los ataques personales, su argumento principal es el siguiente

« Los astrólogos han hecho sus horóscopos teniendo en cuenta todo aquello que se mueve en los cielos. Por lo tanto los astros mediceos no sirven para nada y, Dios no crea cosas inútiles, estos astros no pueden existir. »

Horky es ridiculizado por los seguidores de Galileo, que responden que estos astros sirven para una cosa: hacerle enfadar. Convertido en el hazmerreír de la universidad, Horky finalmente es recriminado por su maestro: Magini no tolera un fallo tan claro. En el mes de agosto, un tal Sizzi intenta el mismo tipo de ataque con el mismo género de argumentos, sin ningún éxito.

Una vez que las observaciones de Galileo fueron confirmadas por el Colegio romano, los ataques cambiaron de naturaleza. Ludovico Delle Combe ataca sobre el plan religioso y se pregunta si Galileo cuenta con interpretar la Biblia para ponerla de acuerdo con sus teorías. En esta época en efecto, antes de los trabajos exegéticos del siglo XIX, el salmo 93 (92) da a entender una cosmología geocéntrica (dentro de la línea : « Tú has fijado la tierra firme e inmóvil. »)

El cardenal Belarmino, que hizo quemar a Giordano Bruno, ordena que la Inquisición realice una investigación discreta sobre Galileo a partir de junio de 1611.

Los ataques se hacen más violentos
Galileo ante el Santo Oficio

Galileo, de retorno a Florencia, es inatacable desde el punto de vista astronómico. Sus adversarios van entonces a criticar su teoría de los cuerpos flotantes. Galileo pretende que el hielo flota porque es más ligero que el agua, mientras que los aristotélicos piensan que flota porque es de su naturaleza el flotar. (Física cuantitativa y matemática de Galileo contra física cualitativa de Aristóteles). El ataque tendrá lugar durante un almuerzo en la mesa de Cosme II en el mes de septiembre 1611.

Galileo se opone a los profesores de Pisa y en especial al mismo Delle Combe, durante lo que se denomina la « batalla de los cuerpos flotantes ». Galileo sale victorioso del intercambio. Varios meses más tarde, sacará una obra en la que se presentará su teoría.

Además de estos asuntos, Galileo continúa con sus investigaciones. Su sistema de determinación de longitudes es propuesto en España por el embajador de Toscana.

En 1612, emprende una discusión con « Apelles latens post tabulam » (seudónimo del jesuita Christopher Scheiner), un astrónomo alemán, sobre el tema de las manchas solares. Apelles defiende la incorruptibilidad del Sol argumentando que las manchas son en realidad conjuntos de estrellas entre el Sol y la Tierra. Galileo demuestra que las manchas están sobre la superficie misma del Sol, o tan próximas que no se puede medir su altitud. La Academia de los Linces publicará esta correspondencia el 22 de marzo 1613 con el título de 'Istoria e dimostrazioni intorno alle marchie solari e loro accidenti. Scheiner terminará por adherirse a la tesis galileana.

El 2 de noviembre 1612, las querellas reaparecen. El dominico Niccolo Lorini, profesor de historia eclesiástica en Florencia, pronuncia un sermón resueltamente opuesto a la teoría de la rotación de la Tierra. Sermón sin consecuencias particulares, pero que marca los comienzos de los ataques religiosos. Los opositores utilizan el pasaje bíblico (Libro de Josué 10, 12-14) en el cual Josué detiene el movimiento del Sol y de la Luna, como arma teológica contra Galileo.

En diciembre 1613, el profesor Benedetto Castelli, antiguo alumno de Galileo y uno de sus colegas en Pisa, es encargado por la duquesa Cristina de Lorena de probar la ortodoxia de la doctrina copernicana. Galileo vendrá en ayuda de su discípulo escribiéndole una carta el 21 de diciembre 1613 (traducida como Galileo, diálogos y cartas selectas) sobre la relación entre ciencia y religión. La gran duquesa se tranquiliza, pero la controversia no se debilita.

Galileo mientras tanto continúa con sus trabajos. Del 12 al 15 de noviembre, recibe a Jean Tarde, a quien presenta su microscopio y sus trabajos de astronomía.

El 20 de diciembre, el padre Caccini ataca muy violentamente a Galileo en la iglesia Santa Maria Novella. El 6 de enero un copernicano, el carmelita Paolo Foscarini, publica una carta tratando positivamente la opinión de los pitagóricos y de Copérnico sobre la movilidad de la Tierra. Él percibe el sistema copernicano como una realidad física. La controversia toma una amplitud tal que el cardenal Bellarmino debe intervenir el 12 de abril. Éste escribe una carta a Foscarini donde condena sin equívocos la tesis heliocéntrica en ausencia de refutación concluyente del sistema geocéntrico.

Como reacción, Galileo escribe a Cristina de Lorena una carta extensa en la cual desarrolla admirablemente sus argumentos en favor de la ortodoxia del sistema copernicano. Esta carta es, también, muy difundida. Esta carta, escrita hacia abril de 1615, es una pieza esencial del dossier. Ahí se ven los pasajes de las escrituras que poseen problemas desde un punto de vista cosmológico.

A pesar de ello, Galileo es obligado a presentarse en Roma para defenderse contra las calumnias y sobre todo para tratar de evitar una prohibición de la doctrina copernicana. Pero le falta la prueba irrefutable de la rotación de la Tierra para apoyar sus requerimientos. Su intervención llega demasiado tarde : Lorini, por carta de denuncia, ya había avisado a Roma de la llegada de Galileo y el Santo Oficio ya había comenzado la instrucción del caso.

En 1614, conoce a Juan Bautista Baliani, físico genovés, que será su amigo y correspondiente durante largos años.

El 8 de febrero 1616, Galileo envía su teoría de las mareas (Discorso del Flusso e Reflusso) al cardenal Orsini. Esta teoría (a la cual se le ha reprochado durante mucho tiempo de estar en contradicción con el principio de la inercia enunciado por el mismo Galileo, y que sólo puede explicar pequeños componentes del fenómeno) pretendía demostrar que el movimiento de la Tierra producía las mareas, mientras que los astrónomos jesuitas ya postulaban con acierto que las mareas eran producidas por la atracción de la luna.

La censura de las teorías copernicanas (1616)

A pesar de pasar dos meses removiendo cielo y tierra para impedir lo inevitable, es convocado el 16 de febrero de 1616 por el Santo Oficio para el examen de las proposiciones de censura. Es una catástrofe para él. La teoría copernicana es condenada.[cita requerida]

El 25 de febrero y 26 de febrero de 1616, la censura es ratificada por la Inquisición y por el papa Pablo V.

Aunque no se le inquieta personalmente, se ruega a Galileo exponer su tesis presentándola como una hipótesis y no como un hecho comprobado, cosa que no hizo a pesar de que no le fue posible demostrar dicha tesis. Esta petición se extiende a todos los países católicos.

La intransigencia de Galileo, que rechaza la equivalencia de las hipótesis copernicana y de Ptolomeo, pudo haber precipitado los eventos. Un estudio del proceso por Paul Feyerabend (ver por ejemplo el Adiós a la Razón) muestra que la actitud del inquisidor (Roberto Belarmino) fue al menos tan científica como la de Galileo, siguiendo criterios modernos.

Este asunto afecta Galileo profundamente. Sus enfermedades le van a atormentar durante los dos años siguientes y su actividad científica se reduce. Sólo retoma su estudio de la determinación de las longitudes en el mar. Sus dos hijas entran en órdenes religiosas.

En 1618, observa el pasaje de tres cometas, fenómeno que relanza la polémica sobre la incorruptibilidad de los cielos.

En 1619, el padre jesuita Horazio Grassi publica De tribus cometis ani 1618 disputatio astronomica. En él defiende el punto de vista de Tycho Brahe sobre las trayectorias elípticas de los cometas. Galileo responde al principio por la intermediación de su alumno Mario Guiducci que publica en junio 1619 Discorso delle comete donde desarrolla una teoría bizarra sobre los cometas, afirmando que sólo se trataba de ilusiones ópticas, incluyendo causas de fenómenos meteorológicos. Los astrónomos jesuitas del Observatorio Vaticano decían, en cambio, que eran objetos celestes reales.

En octubre, Horazio Grassi ataca a Galileo en un panfleto más hipócrita: sobre consideraciones científicas se mezclan las insinuaciones religiosas malvadas y muy peligrosas en tiempos de la Contrarreforma.

Mientras, Galileo, animado por su amigo el cardenal Barberini y sostenido por la Academia de los Linces, responderá con ironía en Il Saggiatore. Grassi, uno de los sabios jesuitas más importantes, es ridiculizado.

Mientras tanto, Galileo ha comenzado su estudio de los satélites de Júpiter. Por culpa de dificultades técnicas se ve obligado a abandonar el cálculo de sus efemérides. Galileo se ve cubierto de honores en 1620 y 1622.

El 28 agosto 1620, el cardenal Mafeo Barberini envía a su amigo el poema Adulatio Perniciosa que él ha compuesto en su honor. El 20 de enero 1621, Galileo se convierte en cónsul de la Academia florentina. El 28 de febrero, Cosme II, el protector de Galileo, muere súbitamente.

En 1622, en Fráncfort, aparece una Apología de Galileo redactada por Tommaso Campanella en 1616. Un defensor bastante poco confiable, puesto que Campanella ya está convencido de herejía.

El 6 de agosto 1622, el cardenal Mafeo Barberini es elegido Papa bajo el nombre de Urbano VIII. El 3 de febrero 1623 Galileo recibe la autorización para publicar su Saggiatore que dedica al nuevo Papa. La obra aparece el 20 de octubre 1623. Gracias a las cualidades polémicas (y literarias) de la obra, se aseguró el éxito en la época. No permanece más que unos meses allí en una atmósfera de gran efervescencia cultural, Galileo se convierte de alguna manera en el representante de los círculos intelectuales romanos en rebelión contra el conformismo intelectual y científico impuesto por los Jesuitas.

Los años siguientes son bastante tranquilos para Galileo a pesar de los ataques de los aristotélicos. Aprovecha para perfeccionar su microscopio compuesto (septiembre de 1624), pasa un mes en Roma donde es recibido numerosas veces por Urbano VIII. Este último le da la idea de su próximo libro Diálogo sobre los dos sistemas del mundo, obra que presenta de manera imparcial a la vez el sistema aristotélico y el sistema copernicano. Él encarga a Galileo de escribirla.

En 1626, Galileo prosigue sus investigaciones sobre la estructura del imán. También recibe la visita de Élie Dodati, que llevará las copias de sus manuscritos a París. En marzo de 1628, Galileo cae gravemente enfermo y está a punto de morir.

El año siguiente, sus adversarios intentan privarle de la asignación que recibe de la Universidad de Pisa, pero la maniobra falla.

Hasta 1631 Galileo consagra su tiempo a la escritura del Diálogo y a intentar que éste sea admitido por la censura. La obra se imprime en febrero de 1632. Los ojos de Galileo comienzan a traicionarle en marzo y abril. Las posiciones del teólogo valón Libert Froidmont (de la Universidad de Lovaina) esclarecen bien todos los equívocos de la condena de Galileo.

La condena de 1633

El 21 de febrero de 1632, Galileo, protegido por el papa Urbano VIII y el gran duque de Toscana Fernando II de Médicis, publica en Florencia su diálogo de los Massimi sistemi (Diálogo sobre los principales sistemas del mundo) (Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo), donde se burla implícitamente del geocentrismo de Ptolomeo. El Diálogo es a la vez una revolución y un verdadero escándalo. El libro es en efecto abiertamente pro-copernicano, ridiculizando audazmente la interdicción de 1616 (que no será levantada hasta 1812: a verificar).

El Diálogo se desarrolla en Venecia durante cuatro jornadas entre tres interlocutores: Filipo Salviati, un Florentino seguidor de Copérnico, Giovan Francesco Sagredo, un veneciano ilustrado sin tomar partido, y Simplicio, un mediocre defensor de la física aristotélica, un personaje quizás inspirado en Urbano VIII. Pero, mientras que se le reprocha el carácter ostensiblemente peyorativo del nombre, Galileo responde que se trata de Simplicio de Cilicia.

En estos cuatro días de discusión, Galileo, para probar que la Tierra giraba alrededor del Sol cita el fenómeno de las mareas, afirmando que eso se debía a la "sacudida" provocada por la Tierra en dicho movimiento, lo cual era erróneo. En cambio, el argumento aportado más tarde por los inquisidores para rebatirla, era la correcta: que el flujo y reflujo de las mareas se debe a la atracción de la luna. Sin embargo Galileo se burló de ellos y les llamó "imbéciles". Es decir, Galileo, en lugar de sostener sus tesis como hipótesis, se lanzó a darlas por concluidas aportando sólo errores y, además, abusando de la comprensión entusiasta de la Iglesia. Debemos señalar aquí que la teoría del movimiento de la Tierra no se demostraría científicamente como un hecho sino hasta 1748, y más tarde, con el célebre péndulo de Foucault en 1851.

Además, Galileo había propuesto la reinterpretación de la Biblia en algunos versículos que él entendía que habían quedado refutados con sus hipótesis astronómicas, abandonando así el campo estrictamente científico, en el que no sólo tenía absoluta libertad, sino además, el aclamo y las felicitaciones de la Iglesia, para adentrarse en otro campo que, como científico, no le correspondía: el teológico. Galileo desoyendo los consejos de moderación provenientes de quienes le reportaron honores y ayudas, incluyendo el propio Papa, quien era su amigo, además de admirador, publicó su citado libro, con la carga burlesca, que llegó a poner en boca de Simplicio.

Por otro lado, Galileo escribió su citada obra en lengua vulgar, en vez de hacerlo en el idioma culto utilizado entonces entre los hombres de ciencia, el latín, y ello con el fin de "puentear" a los teólogos y demás hombres de ciencia y llegar inmediatamente al hombre de la calle. Lo cual fue juzgado como una actitud precipitada porque no era prudente hacer llegar hipótesis aún no confirmadas todavía como hechos y desarrolladas por los sabios, al hombre común.

Además, Galileo no sólo se permitió abusar e insultar a sus amigos y protectores, entre ellos el propio papa, sino también a los hombres de ciencia de su época, a la sazón los astrónomos jesuitas del Colegio Romano, contra los que lanzaba diatribas en las que llamaba a los que no aceptaban el sistema copernicano: "imbécil con la cabeza llena de pájaros" "apenas digno de ser llamado hombre" " una mancha en el honor del género humano" "que se ha quedado en la niñez" y otras descalificaciones por el estilo.

De esta manera, la Iglesia percibió en Galileo cierta soberbia, misma que fue la le llevó al procesamiento. En realidad fue toda esta serie de comportamientos, la razón principal que le llevó a Galileo a ser condenado por la Iglesia en 1633 y no su defensa de la tesis copernicana en sí.

El papa mismo se alinea entonces rápidamente con la opinión de los adversarios de Galileo: él le había pedido una presentación objetiva de las dos teorías, no un alegato por Copérnico. Galileo es entonces convocado de nuevo por el Santo Oficio, el 1 octubre 1632. Enfermo, no puede acudir a Roma hasta febrero de 1633. Los interrogatorios prosiguen hasta el 21 de junio donde la amenaza de tortura es evocada bajo órdenes del papa; Galileo cede.

El 22 de junio 1633, en el convento dominicano de Santa María sopra Minerva, Roma, se emite la sentencia: Galileo es condenado a la prisión de por vida (pena inmediatamente conmutada por residencia de por vida por Urbano VIII) y su obra es prohibida. Él pronuncia igualmente la fórmula de abjuración que el Santo Oficio había preparado y agradeció a los diez cardenales que lo habían defendido, y en especial a los tres cardenales que habían pedido su exculpación. Notemos de paso que Galileo no pronunció jamás la famosa frase «Y sin embargo se mueve» (Eppur si muove), la cual fue inventada por un periodista inglés en 1757, y repetida más tarde por el italiano Giuseppe Baretti, otro periodista.

Finalmente, la condena fue esta: la obligación de rezar una vez por semana los siete salmos penitenciales, durante el plazo de tres años, más la de no alejarse demasiado de su lujosa villa en Arcetri, pena esta última que fue levantada enseguida.

El texto de la sentencia es difundido por doquier: en Roma el 2 de julio, el 12 de agosto en Florencia. La noticia llega a Alemania a finales de agosto, en Bélgica en septiembre. Los decretos del Santo Oficio no se publicarán jamás en Francia, pero, prudentemente, René Descartes renuncia a la publicación de su Mundo.

Muchos (entre ellos Descartes), en la época, piensan que Galileo era la víctima de una confabulación de los Jesuitas que se vengaban así de la afrenta sufrida por Horazio Grassi en el Saggiatore.

El fin

Galileo permanece confinado en su residencia en su casa de Florencia desde diciembre de 1633 a 1638. Allí recibe algunas visitas, lo que le permitió que alguna de sus obras en curso de redacción pudiera cruzar la frontera. Estos libros aparecieron en Estrasburgo y en París en traducción latina.

En 1636, Luis Elzevier recibe un boceto de los Discursos sobre dos nuevas ciencias de la parte del maestro florentino. Éste es el último libro que escribirá Galileo; en él establece los fundamentos de la mecánica en tanto que ciencia y que marca así el fin de la física aristotélica. Intenta también establecer las bases de la resistencia de los materiales, con menos éxito. Terminará este libro a lo justo, puesto que el 4 de julio de 1637 pierde el uso de su ojo derecho.

El 2 de enero de 1638, Galileo pierde definitivamente la vista. Por suerte, Dino Peri ha recibido la autorización para vivir en casa de Galileo para asistirlo junto con el padre Ambrogetti que tomará nota de la sexta y última parte de los Discursos. Esta parte no aparecerá hasta 1718. La obra completa aparecerá en julio de 1638 en Leiden (Países Bajos) y en París. Será leída por las más grandes personalidades de la época. Descartes por ejemplo enviará sus observaciones a Mersenne, el editor parisino.

Galileo, entre tanto, ha recibido la autorización de instalarse cerca del mar, en su casa de San Giorgio. Permanecerá allí hasta su muerte, rodeado de sus discípulos (Viviani, Torricelli, Peri, etc.), trabajando en la astronomía y otras ciencias. A fines de 1641, Galileo trata de aplicar la oscilación del péndulo a los mecanismos del reloj.
Tumba de Galileo, en Santa-Croce, Florencia.

Unos días más tarde, el 8 de enero de 1642, Galileo muere en Arcetri a la edad de 78 años. Su cuerpo es inhumado en Florencia el 9 de enero. Un mausoleo será erigido en su honor el 13 de marzo de 1736 en la iglesia de la Santa Cruz de Florencia.

Posición de la Iglesia en los siglos siguientes

Galileo, especialmente por su obra Diálogo sobre los principales sistemas del mundo (1633), cuestionó y resquebrajó los principios sobre los que hasta ese momento habían sustentado el conocimiento e introdujo las bases del método científico que a partir de entonces se fue consolidando. En filosofía aparecerieron corrientes de pensamiento racionalista (Descartes) y empíricas (ver Francis Bacon y Robert Boyle).

Siglo XVII - La resistencia a la separación entre ciencia y teología

La teoría del heliocentrismo, suponía cuestionar que los textos bíblicos (como por ejemplo que la Tierra fuera el centro del Universo -geocentrismo-) fueran válidos para una verdadera ciencia. Las consecuencias no solo fueron para la teología y la ciencia incipiente, también se produjeron consecuencias metafísicas y ontológicas, que producirán reacciones de los científicos [cita requerida]:

Siglo XVIII - Benedicto XIV autoriza las obras sobre el heliocentrismo

El papa Benedicto XIV autoriza las obras sobre el heliocentrismo en la primera mitad del siglo XVIII, y esto en dos tiempos:

* En 1741, delante la prueba óptica de la órbita de la Tierra, hizo que el Santo Oficio diese al impresor la primera edición de las obras completas de Galileo.
* En 1757, las obras favorables al heliocentrismo fueron autorizadas de nuevo, por un decreto de la Congregación del Índex, que retira estas obras del Index Librorum Prohibitorum.

Siglo XX - Homenaje sin rehabilitación

A partir de Pío XII se comienza ha rendir homenaje al gran sabio que era Galileo. En 1939 este Papa, en su primer discurso a la Academia Pontificia de Ciencias, a pocos meses de su elección al papado, describe a Galileo "el más audaz héroe de la investigación ... sin miedos a lo preestablecido y los riesgos a su camino, ni temor a romper los monumentos"[15] Su biógrafo de 40 años, el Profesor Robert Leiber escribió: "Pío XII fue muy cuidadoso en no cerrar ninguna puerta a la Ciencia prematuramente. Fue enérgico en ese punto y sintió pena por el caso de Galileo."

En 1979 y en 1981, el papa Juan Pablo II encarga una comisión de estudiar la controversia de Ptolomeo-Copérnico de los Siglo XVI-Siglo XVII. Juan Pablo II considera que no se trataba de rehabilitación.

El 31 de octubre de 1992, Juan Pablo II rinde una vez más homenaje al sabio durante su discurso a los partícipes en la sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias. En él reconoce claramente los errores de ciertos teólogos del Siglo XVII en el asunto.

El papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores que hubieran cometido los hombres de la Iglesia a lo largo de la historia. En el caso Galileo propuso una revisión honrada y sin prejuicios en 1979, pero la comisión que nombró al efecto en 1981 y que dio por concluidos sus trabajos en 1992, repitió una vez más la tesis que Galileo carecía de argumentos científicos para demostrar el heliocentrismo y sostuvo la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y evitando una rehabilitación plena. El propio cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo expresó rotundamente el 15 de marzo de 1990 en la ciudad de Parma, cuando en un discurso hizo suya la afirmación del filósofo Paul Feyerabend quién afirmó:
All'epoca di Galileo la Chiesa rimase molto più fedele alla ragione dello stesso Galileo. Il processo contro Galileo fu ragionevole e giusto
En la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el propio Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo

Estas declaraciones serán objeto de una fuerte polémica cuando en el año 2008 el ya papa Benedicto XVI tenga que renunciar a una visita a la Universidad de Roma « La Sapienza »

Siglo XXI - La imposible rectificación de la condena

Si en 1633, el Santo Oficio condenó a Galileo aduciendo razones tanto bíblicas como científicas, desde el Siglo XXI, con suficiente distancia, podemos afirmar que la Iglesia no supo admitir el cambio de paradigma científico que suponían las aportaciones de Copérnico, Kepler y Galileo. La Iglesia católica tuvo que usar la fuerza bruta de la Inquisición y la razón caduca del mortecino paradigma geocéntrico para prohibir sus obras y limitar la repercusión de sus descubrimientos.

Como indica Stephen Hawking, Galileo probablemente sea el máximo responsable del nacimiento de la ciencia moderna que cualquier otro, Albert Einstein lo llamó Padre de la ciencia moderna.

La protesta de La Sapienza

Joseph Ratzinger, ya como papa había sido invitado a participar de la ceremonia de inauguración del curso académico prevista para el 17 de enero de 2008 pero tuvo que renunciar ante la protesta iniciada unos meses antes por 67 profesores de la Universidad de Roma « La Sapienza » y apoyada después por numerosos profesores y estudiantes para declarar a "persona non grata[23] . El Claustro de profesores no aceptaba la posición 'medieval' del papa ante la condena de Galileo y condenaba las afirmaciones que había realizados en el discurso público pronunciado por el papa en Parma en 1990.[24] Según L'Osservatore Romano, en realidad ni el discurso fue pronunciado en Parma ni en esa fecha concreta: los profesores de la Sapienza se basaron en una información incorrecta de Wikipedia, no la contrastaron y sacaron la frase de contexto haciendo decir a Ratzinger lo contrario de lo que dijo.

En defensa de Ratzinger una gran manifestación reúne 100.000 fieles en la Plaza de San Pedro el 20 de enero de 2008 .
376 años despúes de su condena y la prohibición de sus libros, y aprovechando los eventos del Año de la astronomía, el Vaticano celebró el 15 de febrero de 2009 una misa en su honor. La celebración, fue oficiada por monseñor Gianfranco Ravasi y estuvo promovida por la Federación Mundial de Científicos; la Santa Sede, sin rectificar la condena y considerandola cargada de razón, quería hacer pública la aceptación del legado del científico dentro de la doctrina católica.

En 2009, dentro de la celebración del Año Internacional de la Astronomía, la Santa Sede organizó un congreso internacional sobre Galileo Galilei.

La hipótesis de la mala traducción de los textos bíblicos

El autor francés 'Jöel Col' reconsidera la última fase del juicio del astrónomo y mantiene una novedosa tesis contraria al contenido de los versículos de la Biblia sostenidos por la Iglesia en la condena a Galileo. En su autoeditado libro de 2009 Entre Galilée et l'Église: la Bible (Entre Galileo y la Iglesia: la Biblia) el autor quiere demostrar, a través de un estudio semántico, que en los Textos hebreo y griego no se dice que 'el Sol no da la vuelta alrededor de la Tierra', al contrario de lo que afirman las versiones 'mal traducidas' de la Biblia. Concluye diciendo que si las traducciones de la Biblia hubieran sido fieles a los Textos originales, Galileo no habría sido condenado por haber sostenido y creído una doctrina falsa y contraria a la Divina y Sagrada Escritura.

Fuente Wikipedia

AGATHA CHRISTIE: SU VIGENCIA











EL CRIMEN SIEMPRE TIENE FANS

Esta semana se abrió por primera vez al público la casa donde la escritora deleitaba a sus invitados con fragmentos de sus novelas: a más de treinta años de su muerte, sus obras siguen vendiendo cinco millones de ejemplares por temporada.

Por Jerome Taylor

¿Por qué preguntarse hoy por la vigencia de Agatha Christie? En principio porque Greenway, la desmadejada mansión de Devon en la que Christie solía encantar a sus invitados con lecturas nocturnas de sus manuscritos en proceso, acaba de ser abierta al público por primera vez. Conocida localmente como Mrs. Mallowan, la escritora utilizaba la propiedad costera de 121 hectáreas como residencia de vacaciones: la mansión georgiana de color crema se convirtió para sus fans en lo mismo que el 221b de Baker Street significa para los seguidores de Sherlock Holmes. El Tesoro Nacional gastó 5,4 millones de libras en restaurar la casa, que fue escenario del caso de Hércules Poirot El templete de Nasse-House y donde Christie pasó cada verano desde 1938 hasta su muerte, en 1976, durante su segundo matrimonio, con el arqueólogo Max Mallowan. Al menos tres de su novelas transcurren allí, aunque Christie no solía escribir en Greenway, que consideraba como de recreación, un lugar donde la Dama del Crimen se tomaba tiempo libre.

La casa Greenway fue abierta recién ahora porque permanecía en las manos de la hija de la escritora, Rosalind, y su segundo marido, Anthony Hicks. Tras la muerte de ambos, en 2004 y 2005, Matthew Pritchard, nieto de Christie, donó la casa y todo su contenido al Tesoro Nacional. Pero la casa se estaba viniendo abajo y necesitó un trabajo de restauración integral antes de ser abierta. Será un fuerte punto de atracción para los millones de fans de Christie en todo el mundo: para el verano, el Tesoro espera al menos 600 visitantes cada día. Es que la popularidad de Agatha Christie está fuera de toda duda: el Libro Guinness de los Records sostiene que, junto a Shakespeare, Christie es la mayor vendedora de todos los tiempos. Dejando de lado textos sagrados como la Biblia y el Corán, es probable que hoy haya más libros de Christie en todo el mundo que de cualquier otro autor. En total, se calcula que ha vendido entre dos y cuatro billones de ejemplares y que cada año se expenden cinco millones de novelas. ¿Quién las compra? Gente de todo el mundo. Parte de la razón por la que Christie vende tan bien es que su trabajo ha sido traducido a prácticamente todo lenguaje relevante, dándoles a todos los países un acceso sin precedentes a los 127 libros y 15 obras de teatro que firmó entre 1920 y 1976. El alcance de las traducciones es tal que Unesco la nombró, en 2008, “la autora más traducida en el mundo”.

En cuanto a las obras teatrales, Christie también rompió records. La ratonera, una obra sobre un asesinato inspirado en el caso real de la muerte de un chico en un orfanato, tiene el record de la obra más representada en continuado. Abrió en 1952 en el New Ambassadors Theatre y, cuando el teatro cerró, en 1974, pasó al St. Martin –ubicado al lado–, con lo que conservó la continuidad desde el estreno. Un pizarrón situado en el foyer es utilizado para llevar la cuenta de representaciones, que en la matinée del miércoles pasado llegaba a 23.437. Durante todas esas representaciones aparecieron en escena no menos de 382 actores.

¿Qué es lo que la hace tan popular? Según Barry Forshaw, editor de British crime writing: An encyclopedia, es el lenguaje simple, las tramas meticulosamente construidas y el evocativo escenario de una era británica largamente ida lo que hace que la gente vuelva una y otra vez. “Lo primero que hace tan accesible a Christie es la manera en que escribía –dice–. No hay un solo autor que puede ser tan fácilmente traducido a tantos lenguajes diferentes. Ella mantiene el lenguaje elegante, correcto y simple, y aun así sus tramas están perfectamente construidas , como una máquina bien afinada. Y está el tema del contexto: escribe de una Inglaterra que la gente atesora en su cabeza con cariño, aun cuando nunca haya existido. Es algo que atrae por igual a los ingleses como a los lectores de todo el mundo.”

Curiosamente, aunque fue bautizada “La Dama del Crimen” y consiguió fama internacional muy temprano en su carrera, Agatha Christie hablaba de su propio trabajo en términos marcadamente despreciativos. Sus detractores solían criticarla por su falta de sustancia –P. D. James dijo una vez que sus personajes eran de cartón–, pero la misma Christie se describía a sí misma como una “entretenedora”, no un gigante literario. Era igual de desafectada con respecto a una de sus más famosas creaciones, el detective belga Hércules Poirot, a quien, en los ’60, terminó encontrando “insufrible”, y definiendo como “un egocéntrico repugnante”. Cuando se le preguntó cuál era su método para crear tantos libros tan exitosos, la dama respondió: “La decepcionante verdad es que no tengo mucho método”. Ella pensaba que tres meses eran suficientes para escribir un libro, y sugirió que una obra de teatro debería poder hacerse aun más rápido. “Creo que el verdadero trabajo se lleva a cabo pensando en el desarrollo de tu historia, y preocupándose porque tenga la forma correcta –dijo una vez–. Eso puede llevar cierto tiempo. Después, cuando ya tenés todo el material, todo lo que queda es encontrar tiempo para escribirlo.”

Con ese “no-método”, Christie es aún hoy una máquina de generar dinero. Pero, ¿quién se queda con ese dinero? Las cifras exactas son difíciles de definir, pero sólo de la venta de libros se calculan al menos cinco millones de libras esterlinas al año. La compañía que más se beneficia de ese dinero es Chorion Ltd., que en 1998 pagó 10 millones por controlar el reparto de los derechos del trabajo de Christie. Chorion posee los derechos de varios títulos de renombre en el mercado infantil, como el Noddy y la serie Famous Five de Enid Blyton, y los libros Mr. Men, de Roger Hargreaves. En 2002, el relanzamiento de las novelas de Agatha Christie fue tan exitoso que el trabajo más famoso, Eran diez indiecitos, apareció nuevamente en la lista de best sellers de Estados Unidos y agotó su primera tirada en sólo diez semanas.

Las películas y series televisivas basadas en libros de Christie han jugado un rol fundamental, tanto como los libros, en introducir a la autora y sus Quién lo hizo en las nuevas generaciones. Las encarnaciones de Poirot a cargo de Peter Ustinov y David Suchet, por ejemplo, son a esta altura tan reconocibles como los propios libros, y parece que el apetito por la Agatha Christie en imágenes no ha disminuido ni un poco. De hecho, hay varios proyectos nuevos dando vueltas. El año pasado, Chorion cerró un trato con la cadena ITV para realizar ocho nuevas películas, incluyendo una nueva adaptación de Asesinato en el Expreso de Oriente. El contrato contempla cuatro películas protagonizadas por Miss Marple –que será encarnada por Julia McKenzie– y otros cuatro con Hércules Poirot, a cargo de David Sachet. Se espera que las películas lleguen al aire en los próximos 18 meses, realimentando una fiebre por la Dama del Crimen que nunca parece desvanecerse.

viernes, 27 de febrero de 2009

DAVID FINCHER BIOGRAFIA











David
Fincher


David Fincher (nacido el 28 de agosto de 1962 en Denver) es un director de cine, publicidad y videoclips estadounidense ampliamente conocido por películas como Se7en, The Game, el club de la lucha o Zodiac. Su cine encierra una gran tensión psicológica, paranoia, pesadillas recurrentes y demonios interiores de la psique humana. Es un perfecto conocedor de los miedos más ocultos del ser humano y en su cine esos miedos están presentes en la mayoría de los fotogramas. Visual y narrativamente su estilo es impecable, mostrando sobre todo un dominio magistral en la puesta en escena. Parte de su influencia visual se la debe al video clip.

Primera etapa y carrera


Fincher nació en la ciudad de Denver del estado de Colorado en Estados Unidos, hijo de Jack Fincher, un conocido jefe de oficina y escritor para la revista Life. David se crió en el condado de Marin, California. Se trasladó a Ashland, Oregón en su adolescencia donde se graduó en la escuela secundaria.
Inspirado por el filme Dos hombres y un destino de George Roy Hill comenzó a hacer películas a la temprana edad de ocho años con su cámara de 8 mm. Evitó la ruta de la escuela de cine, consiguiendo un trabajo cargando cámaras y haciendotrabajos manuales para John Korty. Entre 1980, fue contratado por Industrial Light & Magic donde trabajó en películas tan conocidas como El retorno del Jedi o Indiana Jones y el templo maldito. En 1984 deja ILM para dirigir un anuncio de la Sociedad americana contra el cáncer, que mostraría a un feto fumando un cigarillo. Esto llamó rápidamente la atención de los productores de Los Ángeles, lo que le dio la oportunidad de dirigir el documental The Beat of the Live Drum en 1985. Continuaría dirigiendo spots para firmas tan conocidas como Revlon, Converse, Nike, Pepsi, Sony o Levi's aunque pronto descubriría el mundo de los videoclips lo que le llevó a fundar en 1986 la productora Propaganda Films, dirigiendo videos de alto presupuesto para artistas como Madonna (Express Yourself, Vogue), George Michael, Aerosmith y los Rolling Stones (Love Is Strong). Como un gran número de directores de video clips, incluyendo Julien Temple, Russel Mulcahy, Michel Gondry o Spike Jonze, se ha trasladado al cine exitosamente con el estreno de Alien 3, que figura como una de las cintas con más alto presupuesto para un director debutante. Aunque contó con una crítica y recaudación baja, le sirvió de empujón para perfilar su carrera en cintas de corte existencialista como Se7en, The Game, Fight Club y Panic Room, filmes que le han valido dispares críticas, pero que cimentaron su reputación de explorador del lado oscuro de nuestra sociedad y de las miserias humanas.

Filmografía


* 1992 - Alien 3

* 1995 - Seven
* 1997 - The Game
* 1999 - El club de la lucha
* 2002 - La habitación del pánico
* 2007 - Zodiac
* 2008 - El curioso caso de Benjamin Button
* 2010 - The Goon
* 2011 - Heavy Metal (codirigida con Zack Snyder y Gore Verbinski)

Videografía

* "Shame," The Motels (1985)
* "All The Love," The Outfield (1986)
* "Everytime You Cry," The Outfield (1986)

* "One Simple Thing," The Stabilizers (1986)
* "She Comes On," Wire Train (1987)
* "Endless Nights," Eddie Money (1987)
* "Downtown Train," Patty Smyth (1987)
* "Johnny B," The Hooters (1987)

* "Storybook Story," Mark Knopfler (1987)
* "No Surrender," The Outfield (1987)
* "Don't Tell Me The Time," Martha Davis (1987)

* "Heart of Gold," Johnny Hates Jazz (1988)
* "Englishman in New York," Sting (1988)
* "Shattered Dreams" (segunda versión), Johnny Hates Jazz (1988)

* "Get Rhythm," Ry Cooper (1988)
* "Roll With It," Steve Winwood (1988)
* "The Way That You Love Me" (primera versión), Paula Abdul (1988)
* "Holding On," Steve Winwood (1988)
* "Bamboleo" (segunda versión), Gypsy Kings (1989)
* "Straight Up," Paula Abdul (1989)
* "Real Love," Jody Watley (1989)

* "Bamboleo" (tercera versión, Gypsy Kings (1989)
* "She's A Mystery To Me," Roy Orbison (1989)
* "Forever Your Girl" Paula Abdul (1989)
* "Express Yourself," Madonna (1989)
* "The End Of The Innocence," Don Henley (1989)
* "Cold Hearted," Paula Abdul (1989)
* "Oh Father," Madonna (1989)
* "Janie's Got A Gun," Aerosmith (1989)

* "Vogue," Madonna (1990)

* "Cradle of Love," Billy Idol (1990)
* "L.A. Woman," Billy Idol (1990)
* "Freedom '90," George Michael (1990)
* "Bad Girl," Madonna (1993)
* "Who Is It?" (segunda versión), Michael Jackson (1993)
* "Love Is Strong," The Rolling Stones (1994)

* "6th Avenue Heartache," The Wallflowers (1996)
* "Judith," A Perfect Circle (2000)

* "Only," Nine Inch Nails (2005)


Premios

Oscar
Año Categoría Película Resultado 2008 Mejor película El curioso caso de Benjamin Button Candidato 2008 Mejor director El curioso caso de Benjamin Button Candidato

Premios BAFTA


Año Categoría Película Resultado
2008 Mejor película El curioso caso de Benjamin Button Candidato 2008 Mejor director El curioso caso de Benjamin Button Candidato

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2008 Mejor película - Drama El curioso caso de Benjamin Button Candidato 2008 Mejor director El curioso caso de Benjamin Button Candidato

Fuente Wikipedia.org

DAVID FINCHER REPORTAJE



















David
Fincher



David Fincher acumulo 13 nominaciones al Oscar por su película, el Curioso Caso de Benjamin Button. Una historia con tintes fantásticos, en la que seguimos la vida de un hombre (Brad Pitt) que nace con 80 años, y va rejuveneciendo a medida que cumple años.


El Curioso Caso de Benjamin Button

Pregunta: Su pérdida personal influyó en la película.
David: Mi padre falleció hace cinco años, y recuerdo la experiencia de haber estado allí cuando se marchó. Fue increíblemente profundo. Cuando pierdes a alguien que te ha ayudado de muchas formas, que es tu ‘verdadero Norte’, pierdes la brújula de tu vida. Ya no tienes que tratar de complacer a nadie, y ya no tienes que reaccionar contra nadie. En muchos sentidos, te quedas totalmente solo.

P: En la preparación de la película, las primeras reuniones con los prodductores fueron muy personales.

D: Empezábamos a hablar de la historia, y al cabo de un cuarto de hora, estábamos hablando de las personas que habíamos amado y habían fallecido y de la gente a la que habíamos querido y no nos había hecho caso, o la gente que nos había perseguido o a quienes habíamos perseguido. La película es interesante por ello; nos afectó a todos.

P: Brad Pitt quería interpretar al personaje en todas sus edades.

D: Muchos actores interpretan sus papeles en base a lo que hace su personaje. Bien, Benjamin no ‘hace’ mucho por sí mismo, pero, bueno, sí que le pasan muchas cosas. Brad era la persona perfecta. Es el tipo de papel que resultaría pasivo en otras manos. A Brad solo le interesaba el personaje si podía interpretarlo en todas las edades. Kathy y Frank tenían verdadera curiosidad por saber cómo íbamos a hacerlo. Le comenté: ‘No lo sé, pero ya se nos ocurrirá algo’. P: Pensó en Cate Blanchett desde que la vió en Elizabeth.
D: Recuerdo haber ido al Sunset 5 y pensar, ‘¿Pero quién es? ¡Dios mío!’. No es habitual ver a personas con esa potencia y habilidad.
P: La película sigue a los personajes que se cruzan con Benjamin.

D: Benjamin es una especie de bola blanca de billar y toda la gente que choca con él le deja su huella. Así es la vida: una colección de esas marcas y huellas. Todos ellos le convierten en lo que es y en nadie más.
P: Taraji
P. Henson ha sido otro de los aciertos del reparto.

D: Nos convenció a todos que fuera tan viva y maternal en Hustle and Flow. Encontré en Taraji toda la calidez, esa carencia total de prejuicios sobre los otros de Queenie.
El Curioso Caso de Benjamin Button El Curioso Caso de Benjamin Button
P: Benjamin crece siendo adulto con una ecuanimidad hacia las pérdidas que pocas personas experimentan.
D: Procede de un mundo de personas que aceptan su propia mortalidad, por lo que pocas cosas le asustan. Todas las personas que conoce son efímeras; todos los momentos con ellas bien pueden ser los últimos. Sin embargo, ninguna de esas personas está histérica, todos lo aceptan. Por eso, desde que es muy joven, está familiarizado con los aspectos más profundos de la muerte. Nos llega a todos y nos pasamos la vida concentrándonos en otras cosas para evitar tener que pensar en lo inevitable.
P: Encontró este rasgo de aceptación en su propio padre.

D: Veo muchas cosas de mi padre en Benjamin. Como periodista y producto de la Gran Depresión, mi padre fue un estoico en cierta medida, un observador, aceptaba las cosas sin juzgarlas. Recuerdo que le hacía feliz apreciar a las personas tal y como eran. Infiltré esta característica en las reacciones de Benjamin y, sobre todo, en la forma en que trata con la gente, con las situaciones. Le miraba y me decía: ‘Sí, Jack lo haría así. Eso es lo que haría.’
P: La historia de amor entre Benjamin y Daisy es diferente.

D: No se trata de un canto a la ‘dependencia’ del tipo ‘No puedo vivir sin ti’. No se están esperando. Son los dos sexualmente activos. Son dos personas completas que deciden estar juntas durante un tiempo, incluso aunque no sea el camino más fácil. El universo conspira para convertirlos en lo que son en el momento adecuado. Es como si se sintieran aliviados cuando están juntos porque ahora puede ocurrir justo como se suponía que tenía que ser.

P: El objetivo del diseño de producción era el realismo.
D: A pesar de que había muchos elementos de fábula en la historia, quería que por otra parte resultara lo más realista posible. No quería crear ese efecto de ‘Érase una vez’. No quería sacar a los actores del atolladero. No quería sacar al público del atolladero. Todo tenía que pertenecer a su período; el aspecto de los lugares, la ropa de la gente, el tipo de gafas o audífonos que usaban...

P: También va cambiando la iluminación.
D: Existe una progresión en la tecnología, desde las velas y las lámparas de gas hasta las bombillas incandescentes y las fluorescentes. Hay algunas luces de cine, pero no muchas. En su mayoría, se filmó digitalmente para poder utilizar ese tipo de orígenes de la iluminación y poder movernos también rápidamente. P: Algunas tomas, como la de Cate bailando en Nueva York, son muy orgánicas. D: Esa toma fue muy sencilla. Lo vimos y dijimos: ‘Tenemos que rodar ahí’. Discutimos un poco sobre cuál debía ser el fondo y dije: ‘Bueno, lo que hay ahí es una ciénaga, así que vamos a crear vapor o humo, iluminar esos árboles y representarla a ella como una silueta.’ Estamos buscando un estilo del Viejo Hollywood clásico, muy sencillo. Parecía como una caja de música.