lunes, 16 de febrero de 2009

Crepúsculo


La nueva sed de vampiros

Stephenie Meyer vendió más de 42 millones de ejemplares con los cuatro tomos de la saga “Crepúsculo”. Romance y fantasía en clave contemporánea, salvo este detalle: sus “dráculas” se mueven en un mundo sin vicios. Mirá el trailer.

Agencia Télam

Buenos Aires. La saga Crepúsculo, creada por la escritora norteamericana Stephenie Meyer hace tres años y medio, lleva vendidos 42 millones y medio de ejemplares en 39 países, una cifra que además de confirmar el surgimiento de un fenómeno literario a nivel mundial resignifica el interés de la cultura contemporánea por las historias de vampiros.






Todo empezó por un sueño: a mediados de 2003, la joven filóloga, esposa y madre Stephenie Meyer tuvo uno muy especial que decidió trasladar a la literatura.

¿El resultado? Una saga que combina romance, fantasía y suspenso (en ese orden y proporción) y que lleva cuatro títulos desde el fundacional Crepúsculo. "Todavía puedo verlo. Era un sueño muy extraño, no había tenido ninguno así antes, ni lo he vuelto a tener. Estaba observando un prado perfectamente circular, en el que un chico y una chica mantenían una conversación", evocó recientemente la autora en una entrevista periodística.

"Ella no llamaba especialmente la atención, pero él refulgía al sol. Era guapísimo. Y era un vampiro. Le decía cuánto deseaba matarla y, aun así, cuánto la quería. Me desperté pensando: ¿Qué habrían dicho a continuación? Lo escribí. Y fue realmente ese proceso de escribirlo lo que me enganchó. Escribí las 10 primeras páginas, la mayoría con el más pequeño de mis hijos en el regazo", recordó.

El argumento central de la saga arranca con la historia de Isabella Swan, una joven que al mudarse a Forks –una pequeña localidad del estado de Washington en la que nunca deja de llover– conoce al misterioso y seductor Edward Cullen, que hasta ese momento se las ha ingeniado para mantener en secreto su identidad vampírica.

Meyer escribió el primer volumen de la saga en tres meses, lo envió al sello Little, Brown and Company y, cuando menos lo esperaba, se presentó en su casa un representante de la editorial con un contrato que luego fue renegociado y hoy la ha convertido en una de las escritoras mejor pagas del mundo.

Cifras de miedo. Las cifras mundiales tienen su correlato en las ediciones publicadas en castellano. Según datos del sello Alfaguara, el conjunto integrado por cuatro títulos (Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse y Amanecer), además del libro oficial de la película Crepúsculo (sigue en cartel en Córdoba) y la edición de bolsillo de Punto de Lectura ya ha vendido en España y Latinoamérica más de dos millones y medio de ejemplares.

La saga recupera el interés que las historias de vampiros a menudo han suscitado, primero con Drácula, que empezó a aterrorizar a los jóvenes en el siglo XIX, y en la década de 1970 con la escritora Anne Rice, quien le incorporó a los vampiros una dosis de erotismo y hastío por la condición de inmortales en obras como Entrevista con el vampiro, Armand el vampiro o Lestat el vampiro, entre otras.

A Meyer –quien le agregó a la temática una fuerte dosis de romanticismo a una relación entre adolescentes– una afortunada causalidad le facilitó el camino al éxito: el fin de Harry Potter, de J. K. Rowling, y una masa de adolescentes huérfana de referencias, que se abalanzó de inmediato al siguiente producto fantástico.

Y si bien se toma su tiempo en explicar las leyes que rigen a los vampiros en su convivencia forzosa con los seres humanos, a diferencia de Rice la autora de Crepúsculo elige que todo esto sirva de contexto y jamás le da más relevancia que a la historia troncal: el romance entre Bella y Edward, sus imposibilidades relativas y las consecuencias de la interacción de sus especies.

Chupasangres buena onda. Meyer pertenece a la religión mormona, no fuma ni bebe, y sostiene que carecer de adicciones es "ser verdaderamente libre".

Lo que hace "la diferencia" en su serie de vampiros es que éstos se resisten, en una permanente lucha con su sed, a matar a otros hombres para seguir vivos.

¿Cómo irrumpen los valores mormones de la escritora? En su obra no hay escenas de sexo, ni alcohol ni drogas, y la tensión sexual entre Edward y Bella es propia de los adolescentes.

En cada entrega, Meyer añade nuevos ingredientes a un romance clásico de lucha entre el deseo y el temor, aunque fue la publicación mundial del cuarto título, Amanecer, poco antes de la última Navidad –y en coincidencia con el estreno de la película Crepúsculo– cuando los seguidores de la saga se dispararon hasta límites insospechados.

Por el momento, la creadora de la saga no ha confirmado ni desmentido nada sobre una próxima entrega, mientras se prepara en España y Latinoamérica la salida de su nueva novela de literatura fantástica, The host (La huésped), que será publicada en marzo por la editorial Suma y que ya está también entre los libros más vendidos en Estados Unidos.

Mientras tanto , al maestro del terror Stephen King no parece gustarle ni la saga ni Meyer, a quien calificó como "una escritora mediocre, que escribe para chicas adolescentes y que es incapaz de crear nada que merezca la pena".

La saga

La saga imaginada por Stephenie Meyer se compone hasta el momento de cuatro títulos: Crepúsculo ($ 49), Luna nueva ($ 54), Eclipse ($ 54) y Amanecer ($ 74). En castellano y en la Argentina fueron publicados por la editorial Alfaguara, y hay ediciones de bolsillo en Punto de Lectura.

La historia. Isabella Swan, a quien le gusta que la llamen Bella, se muda y su vida da un giro inesperado y aterrador cuando conoce al misterioso y seductor Edward Cullen, un vampiro.

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