martes, 10 de febrero de 2009

  • Tributo a Charlie Parker

Hermenegildo Sábat presentó El pájaro murió de risa: una interpretación gráfica de Charlie Parker.

Charlie Parker junto a Buster Smith, su maestro, modelo e ídolo. Imagen perteneciente al libro El pájaro murió de risa: una interpretación gráfica de Charlie Parker,

Ocurrió en el marco del ciclo Jazzología, que desde hace 24 años ofrece, todos los martes, recitales gratuitos en el Centro Cultural San Martín. El benemérito Hermenegildo Sábat presentó su libro El pájaro murió de risa: una interpretación gráfica de Charlie Parker con un concierto a cargo del cuarteto del saxofonista Hugo Pierre, acompañado por Juan Carlos Cirigliano (piano y arreglos) Juan Pablo Navarro (contrabajo) y Adolfo Cirigliano (batería).El concierto, que incluyó amables y certeras relecturas de las principales composiciones de Parker, no sólo fue un emotivo homenaje al hombre que revolucionó a su instrumento, el saxo alto, al mismo tiempo que creaba uno de los principales movimientos en la historia del jazz: el be-bop. También fue una interpretación didáctica, en suerte de clase magistral sobre los malabares adrenalínicos y la sensibilidad intelectual de “Bird “ (además de jugosas anécdotas sobre su vida y obra).Hugo Pierre, uno de los más grandes saxofonistas de la Argentina, tocó con Lalo Schiffrin, Nat King Cole, Edith Piaf, Tony Bennett, Xavier Cugat, Dámaso Perez Prado, los hermanos Rubén y Leandro “Gato” Barbieri, Buby Lavecchia, entre otros. Ha desarrollado una carrera académica (es solista de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires) y, además, una prodigiosa actividad docente.Hermenegildo Sábat es uno de los mejores dibujantes del mundo. Tiene publicados más de 30 libros, muchos de ellos dedicados al Jazz ( Yo Bix, tú Bix, él Bix de 1972; Scat de 1974; Jazz a la carte de 2003 y Dos dedos: una interpretación gráfica de Django Reinhardt de 2004; entre otros). Pero además de ser un enorme caricaturista, es un hombre del renacimiento, perdido entre los siglos XX y XXI. Pintor, fotógrafo, periodista, poeta… Y, además, tiene el berretín de tocar el clarinete, emulando a su admirado Sydney Bechet.

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