La organizó una empresa holandesa en un hotel del siglo XVII, en plena campiña inglesa. El dueño dijo que cuando le alquilaron la mansión "no tenía idea de lo que sucedería".
Por: Idafe Martín. Bruselas
No se sabe si eran tan guapos como Tom Cruise y Nicole Kidman. Es seguro que el fallecido Stanley Kubrick no tuvo nada que ver en la gestación de la idea. Pero seguro que lo pasaron muy bien...si sabían a lo que iban: una orgía de película.
Una empresa holandesa, Little Sins, especializada en la organización de eventos y fiestas privadas, alquiló el pasado fin de semana un hotel del siglo XVII en plena campiña inglesa, un escenario normalmente utilizado para celebrar bodas y reuniones de empresas. Al dueño del hotel todo le pareció normal, así que no puso impedimentos.
Pero Little Sins tenía otras intenciones. El hotel Halswell House, en Somerset, se vio sorprendido cuando en plena celebración el hotel se le convirtió en una gigantesca orgía, sacada de las escenas más tórridas de "Eyes Wide Shut", el film póstumo de Kubrick, en la que participaron los 350 invitados a la fiesta.
Según el diario "The Independent", que dio la primicia -ahora rebotada como la pólvora a toda la prensa británica y gran parte de la europea, sorprendida de cómo se divierte su juventud adinerada- los invitados empezaron a llegar en autos de lujo como BMW, Porche y Aston Martin en lo que parecía una fiesta normal de gente rica.
Corría el champán cuando, a medianoche, el organizador de la fiesta, empleado de Little Sins, anunció que todos los presentes estaban bajo el maligno influjo de un hechizo y que sólo había una forma de romperlo: besando a otra persona.
El dueño del hotel-castillo, Graham Bond, contó al diario británico que "de pronto aquello se transformó en un espectáculo digno de 'Eyes Wide Shut', por todas partes había personas teniendo sexo, incluso en las barandillas de las escaleras vi a cuatro parejas". Bond alega que cuando le alquilaron su mansión no tenía ni idea de lo que sucedería y que sus empleados estaban tan sorprendidos como él.
También contó a "The Independent" que la orgía no acabó hasta las tres de la madrugada, cuando los 350 invitados -imaginamos que algo cansados- se fueron a dormir.
Little Sins también organiza fiestas de "swingers" (intercambio de parejas) y pide para participar que se tengan más de 20 años, y sólo admite parejas o mujeres, nunca varones solos. En su página web - http://www.littlesins.nl- ya anuncia la próxima bacanal, para el próximo 26 de septiembre. Las entradas para la última fiesta costaban 65 euros. ¿Se anotan?
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