martes, 3 de marzo de 2009

AUSCHWITZ: LA HISTORIA NEFASTA


ACUSAN A LA FIRMA ALEMANA SCHAEFFLER DE USAR PELOS DE PRISIONEROS PARA FABRICAR TELAS

“La empresa usó cabellos de Auschwitz”

Historiadores polacos del mayor campo de concentración nazi aportaron nueva evidencia que involucra al gigante de las autopartes. La dueña sólo reconoció que Schaeffler se sirvió de trabajo esclavo proporcionado por los nazis.

Por Tony Paterson *

Desde Berlín

El gigante alemán de las autopartes, el grupo Schaeffler, hoy herido de muerte por la crisis global, fue acusado ayer de usar las cabelleras de al menos 40.000 víctimas del campo de exterminio nazi de Auschwitz. La empresa germana se habría servido de los cabellos para hacer telas en sus fábricas ubicadas en la Polonia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Las acusaciones fueron hechas luego de que historiadores polacos del mayor campo de concentración nazi encontraran nueva evidencia: en efecto, los estudiosos del museo que lleva el nombre del campo y funciona allí hallaron rollos de telas hechos con pelos de los internos en una antigua dependencia utilizada por la empresa en aquella época en la región de Silesia, al sur de Polonia.

El hallazgo fue el último de una serie de malas noticias para la golpeada empresa. El grupo, que emplea a alrededor de 200.000 personas en todo el mundo (cuyos productos son comercializados a través de las marcas LUK, INA y FAG), acusa actualmente una deuda de unos 14 mil millones de dólares y, además, enfrenta la perspectiva de la bancarrota.

El mes pasado, Maria-Elisabeth Schaeffler, la extravagante dueña del grupo –siempre vestida con tapados de piel–, apareció en un acto sindical y lloriqueó pidiéndole a la canciller alemana, Angela Merkel, que le concediera a su empresa un rescate millonario. En un intento por blanquear el comportamiento de su empresa durante aquellos tiempos, la señora Schaeffler reconoció que la compañía se sirvió para sus fábricas de trabajo esclavo proporcionado por los campos nazis. Curioso: en las publicaciones oficiales la historia de la empresa sólo empieza en 1946.

De hecho, el historiador de la empresa desechó las acusaciones y dijo que no había evidencia que apoyara la teoría de que el grupo Schaeffler procesara industrialmente los cabellos de los prisioneros de los campos nazis durante la Segunda Guerra. Pero el doctor Jacek Lachendro, historiador del museo de Auschwitz, le dijo al canal de televisión alemán Der Spiegel que 1,95 tonelada de tela hecha de cabellos humanos había sido descubierta en una fábrica de Schaeffler de telas y partes de tanques, en la ciudad de Kiertz, luego del retiro de los alemanes tras el fin de la guerra. La cantidad de tela, proveniente de los cabellos de 40.000 prisioneros de Auschwitz, fue descripta por el canal Der Spiegel como rollos de tela compacta amarronada. El doctor Lachendro declaró que posteriores análisis mostraron que algunos de ellos contenían rastros de gas Zyklon-b, el gas utilizado por los nazis para exterminar a millones.

Ex trabajadores de la fábrica en Kiertz que fueron entrevistados en el programa dijeron que ellos recordaban la entrega en 1943 de dos vagones llenos de cabello humano. Kiertz queda a tres horas en automóvil del campo de Auschwitz.

A los prisioneros, por rutina, se les cortaba el cabello al momento de llegar a los campos. El aparato de muerte nazi lo usaba para hacer frazadas para el ejército y medias para la marina. Aún hoy en día, en el museo de Auschwitz se exhibe un depósito lleno hasta el techo con cabello de los prisioneros, originalmente destinado al llamado “reciclado humano”.

La fábrica textil de Kiertz, donde se habrían procesado todos estos rollos de cabello pertenecía, antes de la guerra, al grupo Davistan AG, de origen judío. Pero como muchas otras empresas con este origen, fueron expropiadas por los nazis. Así, el imperio de los Schaeffler se fundó sobre las cenizas del Davistan luego de que los hermanos Wilhelm y Georg ocuparan sus inmuebles. Durante la guerra, los hermanos fabricaron armas para el ejército nazi. Luego de la guerra, adaptaron sus máquinas y se convirtieron en uno de las principales autopartistas.

Sin embargo, la ruinosa adquisición por parte del grupo del fabricante de neumáticos Continental, unido a los efectos de la crisis, pusieron hoy al grupo al borde de la quiebra.

* De The Independent de Gran Bretaña.

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