martes, 24 de marzo de 2009

CLIVE OWEN : El actor de "Un plan perfecto"

Clive Owen: "No me considero un sex symbol"

El actor de "Un plan perfecto", uno de los astros británicos más grandes de Hollywood, habla de su pasión por el equipo de Liverpool, de adaptarse a la fama y de ser un padre presente para sus hijas. Este jueves llega "Agente internacional", un thriller en el que los culpables son los bancos.

Por: Elizabeth Day

Nadie tomó a Clive Owen en serio cuando a los trece años anunció que quería ser actor. Corría 1977 y Owen iba a la secundaria en Coventry, uno de esos lugares donde a los chicos desobedientes les ponían un overol y los obligaban a hacer trabajos manuales. Owen era brillante pero le dieron el papel del ladronzuelo Artful Dodger en la producción escolar de Oliver! y le gustó tanto que el colegio dejó de importarle.


"Todos sabían que me encantaba actuar, pero no me veían entrando en la escuela de teatro", dice ahora, sentado bajo el apacible sol vespertino en Los Angeles. "Nadie me tomaba en serio. Había otro chico en mi escuela, Dominic, que quería ser guitarrista y éramos como los dos freaks. Pero yo fui muy obstinado".


La obstinación le dio dividendos. A los 44, Owen tiene todavía un acento inglés del interior y un toque de aspereza, pero todo lo demás pesta a estrella de cine. Lleva puesto un traje Armani informal y zapatos deportivos color beige. Tiene la camisa celeste desabotonada revelando una modesta mata de pelo en el pecho y una cadena gruesa de plata. Está bronceado y tiene los dientes blancos y brillantes. Lo que define su rostro, de rasgos marcados, son unos ojos azules claros de una intensidad desestabilizadora.


¡Qué lejos quedó Oliver! "Sí —admite—. No dejé que nadie se interpusiera, dije: No me importa lo que piensen, es la carrera que quiero. Era una pasión". Terminó el colegio y pasó dos años sin trabajar durante los ''80 en Coventry. .


Owen hizo su ingreso en el cine en 1998 cuando el director Mike Hodges lo eligió como empleado de un casino en Croupier. Luego vinieron papeles aclamados por la crítica —un mayordomo en Gosford Park, de Robert Altman,y como Larry, el cavernícola de ideas anticuadas, en Closer, por el que ganó el Globo de Oro y una nominación para el Oscar como mejor actor de reparto.


Desde entonces, trabajó en una serie de éxitos de taquilla —como el Rey Arturo en el filme homónimo, como un ladrón de bancos en El plan perfecto en 2006 y, un año más tarde, como Sir Walter Raleigh en Elizabeth: The Golden Age, de Shekhar Kapur.


Su película más reciente, Agente internacional, es un thriller de gran presupuesto con Owen en el papel protagónico interpretando a un agente de Interpol que lucha contra la corrupción empresarial.


Me habían dicho que puede ser un entrevistado difícil, no muy abierto, que protege a toda costa su vida privada y no le gusta hablar de su mujer, Sarah-Jane Fenton, a quien conoció a los 19 años en una producción de Romeo y Julieta en la escuela de teatro, ni de sus dos hijitas, Hannah, de doce, y Eve, de nueve. Me dijeron que lo impacientan los trámites ligados a la publicidad de las películas y —cosa bastante extraña en un actor— dice que no quiere la aprobación de los otros y que no siente la necesidad de cortejar a nadie.


"Si dicen cosas buenas, las aprecio, pero no estoy necesitado de eso, no. Si toda las personas que conozco me dijeran Clive, ¡es pésimo! entonces me cuestionaría, pero me importa más estar satisfecho personalmente que obtener reconocimiento por lo que hago".


Pese a no buscar la aprobación de los otros, la recibe. Según Naomi Watts, su coprotagonista en Agente..., Owen es "un tipo fantástico con un sentido del humor de chico de colegio británico. Puede reírse de sí mismo a pesar de tomarse el trabajo muy en serio". Owen no es de los que compran su propia publicidad. Aunque es innegablemente apuesto, dice no ser consciente de serlo. "Ni pienso en eso —dice—. Si un actor se considera un sex symbol realmente tiene serios problemas, no pierdo tiempo pensando en eso".


Parece tener poca vanidad profesional. Agente... lo muestra desaliñado, con cara de foto de prontuario, huraño y sin afeitar. Su fuerte es retratar una suerte de masculinidad desprolija: una dureza superficial que se despega para revelar atisbos de complejidad.


Clive es el cuarto de cinco hermanos, hijo de Pamela y Jess Owen, cantante de música country. Su padre se fue cuando Owen tenía tres años. Volvieron a verse cuando tenía 19, pero siguieron alejados. Clive fue criado por su padrastro. Ya antes ha descrito su infancia como "dura". ¿Qué hacen actualmente sus hermanos? "Algunos hacen música. Uno de ellos trabaja en un negocio". Cuando noto que tiene una oreja con un piercing parece incómodo. "Sí", dice. Larga pausa. ¿Cuándo se lo hizo? "Hace muchos, muchos años". Se acabó el tema.


A pesar de la reticencia, insiste en que está "muy cómodo" consigo mismo. "Me odié cuando dejé de fumar (cuando nació su primera hija). Me encantaba fumar y cuando dejé, no me gustó. Prefería al tipo que fumaba, que ponía todo en el cigarrillo, y de golpe se acabó y pensé ¿Quién es este tipo? Pero, en general, no voy por la vida odiándome."


"Me gusta interpretar personajes que sean convincentes, que no sean convencionales ni agradables. Me gusta interpretar algún tipo de lucha interior porque hay más para hacer". Pero aunque sus personajes no sonríen demasiado, las dotes de Owen para el humor quedaron demostradas cuando apareció en la comedia de Ricky Gervais, Extras, haciendo una caricatura de sí mismo como actor egocéntrico. "Me interpreté a mí mismo", dice, impávido.


Dice que le gustaría hacer una película más liviana, aunque más no sea para dejar contentas a sus hijas. "Es algo permanente en casa. Mis hijas vienen a la filmación, conocen a la gente, se divierten, se enteran de que se estrena, les dicen que no pueden verla y se enojan. Me fastidian para que haga una película para chicos. No se imagina hasta qué punto".


¿Su propia experiencia de un padre ausente lo impulsa a estar más con ellas? "Sin duda. Y ésa es la mayor lucha para cualquier actor, el tiempo que uno se va y cómo elaborarlo. Pero cuando estoy en casa, las llevo al colegio y las voy a buscar. Estoy presente. Lo más difícil es que a los chicos les gusta la rutina, saber dónde está el papá. Conmigo, es extraño. Estuve en casa durante las vacaciones de verano, hicimos cosas de familia juntos, pero después tengo que filmar en una locación. Siempre están inseguras porque no saben cuándo voy a aparecer y eso es duro. Para ellas y para mí. Pero están todo el tiempo en contacto por teléfono".


Durante el tiempo que Owen filma fuera, Hannah y Eve son cuidadas por su mujer. Fenton dejó a un lado su carrera para ser una madre full-time y permitir que Owen pudiera perseguir su ambición, sacrificio que él agradece conmovido. "Es increíble. Es un cliché, pero honestamente creo que es ella la que me permite hacer lo que hago. Es una roca. Ella mantiene todo unido y me da la libertad de salir y de hacer lo que hago y explorar estos caminos en el trabajo y también tener esta familia fantástica. Solo gracias a su comprensión, su empeño y su confianza. Lo valoro más de lo que usted puede llegar a imaginar porque mis chicas son muy buenas, y eso es gracias a ella".


Después de crecer en una casa llena de varones, Owen dice que es un deleite ser el único hombre en una casa femenina. "Es extraño pero me siento muy cómodo —dice—. Nunca pensamos Ahora busquemos un varón. En casa soy el payaso. Les gusta burlarse de mí, es su pasatiempo favorito."


Es evidente, por las cosas que deja deslizar, que sus hijas lo adoran. Dice que hace poco su familia fue a verlo a Australia, donde está filmando, y que Hannah y Eve se habían puesto las remeras del Liverpool (Owen es hincha de toda la vida). "Sé que se las pusieron solamente porque pensaron que me gustaría. No les interesa el fútbol". ¿Su mujer es simpatizante? "Para nada. No entiende cómo los hombres perdemos tanta energía y emoción en el fútbol. Esta semana sufrí mucho con el equipo. En serio. No estoy bromeando. Anoche tuve que hablar con un amigo por teléfono para descargarme".

Le pregunto si, como algunas actrices que incluyen cláusulas descartando desnudos, él escribió en su contrato ver los partidos del Liverpool. "Sí, tengo que poder verlos en mi trailer... Saben lo importante que es para mí", dice y sonríe con expresión traviesa.-

Traducción: Cristina Sardoy

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