Libro electrónico: la batalla por la biblioteca virtual recién empieza
Una nueva generacion de aparatos pone en jaque a la industria editorial tradicional. Escritores, agentes literarios y editoriales se ubican frente al avance del e-book.
Por: Alejandra Rodríguez Ballester.
Y el cambio está sucediendo ahora.
Aunque las ventas por 17,3 millones de dólares no son significativas frente a los 39.940 millones de dólares que factura la industria editorial estadounidense, el crecimiento es acelerado y Amazon es el nuevo gigante al que todos miran con recelo. El aumento de sus ventas de libros online fue de 23% en los primeros seis meses de 2008, mucho más que las de las librerías tradicionales que crecieron sólo 3%, según revela un informe de Jim Milliot para la Feria de Frankfurt .
Con el Kindle y los 230.000 títulos disponibles para leer con este dispositivo, Amazon está a la cabeza del mercado de e-books y las editoriales temen la competencia de la mayor librería online, que ya está incursionando en el terreno de la edición.
Antes de 2012, estima Milliot, Amazon estaría en condiciones de hacer contratos directamente con los autores y hasta podría comprar una editorial como ya lo hizo con una productora de audiolibros. Por su parte, las grandes editoriales están digitalizando sus libros para vender sus contenidos directamente a los usuarios.
El e-book en español
Mientras tanto, en la Argentina el fenómeno del e-book es mirado con cautela. "No estamos mirando al mercado electrónico de libros y es una falencia. Los editores argentinos tenemos mucho miedo a la copia pirata", dice Ana Cabanellas directora de Claridad y presidenta de la Unión Internacional de Editores. El panorama es similar en editoriales grandes y chicas que, a lo sumo, cuelgan sus libros en Google Books para una lectura parcial.
Distinto es en España y México donde el libro electrónico está en plena fase de despegue. "Vamos a vender e-books antes de final de 2009. Siempre a través de canales externos, e-retailers ya existentes como casadellibro.com, elcorteinglés.com, fnac.es o Publidisa", dice a Clarín Santos Palazzi, director del Area Mass Market del grupo Planeta. "Los libros académicos y escolares son los que más crecerán en formato digital. Pero todavía a los dispositivos de lectura digital les faltan funcionalidades, ergonomía y precio para llegar al gran público. El i-pod para los libros todavía no ha visto la luz", cierra el experto español.
Por su parte, la poderosa agencia literaria Carmen Balcells lanzó la colección de e-books Palabras Mayores, formada por ciento veinte títulos de reconocidos autores como Juan Marsé, Rosa Montero y Gabriel García Márquez.
Y la publicación no está a cargo de ninguna editorial sino de la empresa Leer-e, que comercializa e-books y lectores electrónicos. Estos e-books se venden a sólo 5 euros.
La pelea por los precios
Un segmento de mayor crecimiento es el del libro académico en formato digital, que generan importantes ganancias a las editoriales estadounidenses especializadas. Y es en esa área donde se registran los mayores avances en América latina. Siglo XXI de México tiene un fuerte programa de venta de e-books: más de cientoveinte títulos que se comercializan a través de dos sitios: Librisite, que vende a librerías digitales y Netlibrary, que vende exclusivamente a bibliotecas.
"Por ahora gana el uso académico de e-book: el sitio que declara mayores ventas es Netlibrary y las bibliotecas que más compran son la de Estados Unidos", dice María Oscos, gerente de Producción de Siglo XXI en México, que tiene entre sus compradores a la Los Angeles Public Library, la National Library Board de Singapur, Taiwan Super ebook Consortium, junto a universidades como la de Guadalajara y la de Cuyo en Argentina. "En 2009 pensamos subir cien libros más, todos los de 2007 y los de 2008", agrega Oscos.
El precio de los e-books de Siglo XXI es 20% más barato que el del libro en papel. Y esa es en general la tendencia y es precisamente el número que enciende la alarma en las editoriales. Amazon cobra 9,99 dólares los best sellers digitales, incluso si las editoriales se los venden al mismo valor que el libro en papel.
"No acordamos con esa estrategia de precios" dijo una ejecutiva de Simon& Schuster al New York Times. Tal la disyuntiva: mientras que los exégetas de la cultura digital sostienen que los precios bajos son una demanda legítima de los lectores, para las editoriales el e-book es un objeto-presagio que anuncia un futuro de magras ganancias. Se verá.
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