martes, 31 de marzo de 2009

NUEVOS FILMS EN HOLLYWOOD




Hollywood se atreve con la crisis

Los estudios ponen fin a su tradicional indiferencia ante los desastres financieros y preparan varios títulos sobre el tema - La segunda parte de 'Wall street', en marcha

TONI GARCÍA

La apisonadorade Hollywood se ha puesto definitivamente en marcha para colocar su espejo mágico (e incómodo) ante la crisis económica. Tradicionalmente reacios a atreverse con los vaivenes monetarios y los desastres financieros que de nuevo protagonizan el mundo, los grandes estudios han decidido cambiar de rumbo. Hollywood se atreve, esta vez sí, con la crisis. Una avanzadilla de títulos así lo demuestran.

El cine de EE UU ignoró las causas de la depresión económica de 1929

La película 'The International' mostrará a un banco estafador

La relación entre cine y crisis siempre ha sido de exquisita indiferencia. Quizás sea por que en Los Ángeles, entre las paredes de los grandes estudios, nombres como Chase Manhattan Bank, Merryl Lynch, Deutsche Bank y similares tienen tanto peso como cualquiera de sus grandes estrellas: Hollywood vive y se extiende en las tripas de las grandes entidades financieras y ya se sabe, no conviene molestar al casero.

Colin Schindler, autor del libro Hollywood in crisis: cinema and american society, 1929-1939 mantiene que el cine posterior al crash del 29 ignoró por completo las causas del hundimiento financiero para tratarlo como un tema puramente coyuntural, que provocó diferentes efectos en los grandes estudios hollywoodienses: MGM dio rienda suelta a su cacareado star system; Universal sorprendió con su cine de monstruos, y Warner Bros se decidió por el género gansteril. "Creció la admiración", explica Schindler, "por los gánsteres que se llevaban fortunas de las fortalezas del poder usando sus metralletas. Al menos ellos hacían algo más que preocuparse de cómo pagar las facturas, cómo encontrar otro trabajo o cómo seguir pagando la hipoteca", explicaba el autor.

La oleada de películas que ahora se acerca parece tantear el asunto que más preocupa al ciudadano de a pie. Y si es cierto que no hay muchos proyectos ahora mismo sobre un tipo como Bernard Madoff (el estafador más grande de la historia, actualmente en prisión), uno de los mayores centros de interés apunta a la luz verde que ha recibido la secuela de Wall street.

El guión está siendo escrito por el ex corredor de bolsa Allan Loeb, quien ha sustituido a Stephen Schiff, autor de la primera versión de Money never sleeps (El dinero nunca duerme), una de las frases más famosas de Gordon Gekko en el original. En las inevitables filtraciones del primer borrador del guión, Gekko acaba de salir de la cárcel, se dedica a leer libros a niños en Harlem... y hace negocios con oligarcas ricos rusos, jeques árabes y especuladores de gran tonelaje. "Me encantaría retomar a Gekko", declaraba Michael Douglas recientemente. "No puedo ni imaginarme lo que podría llegar a hacer en un panorama como el que tenemos ahora".

La secuela de Wall Street es solo un ejemplo, pero Hollywood -probablemente por primera vez en su historia- se va a dedicar a la crisis y lo va a hacer más en la línea crítica de Glengarry Glenn Rose (la magnífica película de David Mamet) que en la vodevilesca versión de Entre pillos anda el juego. Sin embargo, que nadie espere un nuevo El club de la lucha (película en su día calificada en Hollywood de "subversiva" y que ahora está batiendo récords de alquiler en DVD en Estados Unidos): lo que se avecina es cine de camisa y corbata, molestando lo justo y tratando de llevar el tema a pie de calle. "A nadie le interesan los peces gordos sino lo que les pasa a los de abajo", declaraba recientemente un ejecutivo de la industria a The Hollywood Reporter.

El primer proyecto sobre la crisis aún no tiene título aunque sí reparto: Ben Affleck, Tommy Lee Jones y Kevin Costner, y se promociona como "la primera gran producción sobre el derrumbe del sistema financiero". Al frente del proyecto está John Wells, productor ejecutivo de El ala oeste de la Casa Blanca. En la misma línea, Baz Luhrmann (director de Australia o Moulin Rouge!) prepara Gatsby, que el realizador define como "un perfecto retrato de lo que está sucediendo". "No puedes decirle a la gente que se mire al espejo y diga: 'Oh, he estado borracho de dinero todo este tiempo'. Nadie va a ir a ver eso", explica. También se preparan películas como Mininum wage, del director Mark Water, que cuenta la historia de un ejecutivo obligado a vivir entre los pobres que él mismo ha creado, o Monopoly, adaptación del legendario juego dirigida por Ridley Scott.

Michael Moore, cómo no, es otro de los interesados en hacer leña del árbol caído y ya ha hecho un llamamiento a través de su página web para que "valientes que hayan trabajado en Wall Street o en el mundo de las finanzas den un paso al frente y compartan lo que saben". Finalmente otro Michael, Winterbottom, tiene pendiente de estreno tras su paso por el festival de Berlín su último filme, The shock doctrine, documental que adapta el libro de Naomi Klein sobre el efecto de las teorías del célebre Milton Friedman y los Chicago Boys en la política económica mundial a lo largo de las últimas décadas.

El 24 de abril se estrena, además, The International: dinero en la sombra, una película sobre un banco diabólico (y ficticio) que trata de perpetrar una gigantesca estafa, con Clive Owen y Naomi Watts en el reparto.

Pero, a pesar de lo que parece ser un giro en la política hollywoodiense -generalmente basada en una observación de las enseñanzas de los monos de Confucio-, no hay que hacerse demasiadas ilusiones a corto plazo: "Hemos pasado décadas enganchados al estilo de vida de los ricos y los famosos, y esto no va a convertirse de repente en fascinación por el estilo de vida de los vagabundos y los indigentes", remacha Robert Thompson, de la Universidad de Siracusa. "La cosa llevará tiempo".

Tras la estela de Gekko

El 11 de diciembre de 1987 se estrenó en EE UU Wall street. La película de Oliver Stone era un perfecto retrato de la locura financiera que se había desatado en el país, donde todos los jóvenes soñaban con trabajar de broker y retirarse forrados antes de los 30. En la película sobresalía Gordon Gekko, el personaje interpretado por Michael Dou-glas, un magnate sin escrúpulos que Stone situaba (con sospechosas dosis de fascinación) a la altura del mismísimo diablo. Gekko estaba basado en Victor Boesky, un ex broker que acabó entre rejas y cuyo lema Greed is good (La avaricia es buena) fue usado en la película. Wall street ha pasado de ser una película maltratada por su aparente ligereza a un filme reivindicado para ilustrar el proceso que ha llevado a la situación actual. Y si en su momento The New York Times o The Washington Post despreciaron la película, hoy parece que todos se ponen de acuerdo en que merece la pena revisarla.

domingo, 29 de marzo de 2009

GARCIA LORCA_Entrevista con su biógrafo

"Por la familia, nadie se animaba a hablar de la homosexualidad de Lorca"

Entrevista con Ian Gibson, biógrafo de García Lorca, quien en su nuevo libro cuenta cómo se cercenaron textos y se eludió el aspecto gay del autor.

EL GRAN AMOR. Lorca con Dalí, el primero y el que no pudo ser.

DE LA HOMOFOBIA Y OTRAS YERBAS. Audio con un tramo de la entrevista ayer con Ian Gibson.

"Hay enigmas en Lorca, hay enigmas", asegura el irlandés Ian Gibson. El biógrafo atiende a Clarín y Ñ en el día en que presentó en Madrid su último libro, Lorca y el mundo gay. Gibson ya ha escrito las biografías de Antonio Machado y Dalí y prepara la de Luis Buñuel. Sin embargo, son sus investigaciones sobre Federico García Lorca las que despertaron más interés y polémica: si antes reveló parte de la trama oculta detrás del asesinato del poeta, ahora ataca una suerte de conspiración que silenció durante décadas la homosexualidad del poeta y que, según él, persiste en parte del mundo académico español.

—¿Pero de qué enigmas hablaba?

Bueno, uno de ellos es que era el poeta que más recitaba en público y no tenemos ni una grabación.

—Se dijo que había aparecido acá...

Sí, ¿pero quién la escuchó? Yo no. ¿Tú?

—Tampoco.

Ah, bueno. Eso sí, si existe, está en Buenos Aires. El estuvo cada noche en Radio Esplendor. En Buenos Aires tiene que haber, en algún sótano, un disco sin etiquetar con la voz de Lorca.

En Lorca y el mundo gay (Planeta) Gibson retrata el silencio en torno de la homosexualidad de Lorca, un silencio del que fueron cómplices algunos de sus amigos, sus familiares y también la crítica. "Las ediciones más populares de El público o Poeta en Nueva York, libros que llegan a escolares de medio mundo y no se han revisado desde su salida, son homofóbicas. No mencionan un tema central para entender su obra. Incluso era difícil para los republicanos. Cuando en Oda de España, la revista de la República, se publica la elegía que le dedica Luis Cernuda, le cortan la última estrofa, la que hablaba de su gusto por los "efebos maravillosos". Tampoco en la Residencia de Estudiantes (donde vivió conoció a Dalí, Buñuel y Pepín Bello) estaba bien visto.

—¿Sus amigos pusieron distancia?

A Pepín le preocupaba tanto que cuando Juan Antonio Bardem estaba haciendo la serie Lorca, muerte de un poeta, me llamó preocupadísimo porque le habían dicho que el actor que iba a hacer de él tenía un aspecto muy marica. Buñuel igual. Estaban obsesionados por el qué dirán. Había un temor a ser gay en ellos.

—Con los años el silencio siguió.

El problema radica en la propia familia. Francisco e Isabel García Lorca, los hermanos y herederos de Federico. Según me contó su hija, en casa de Francisco estaba prohibido hablar del tema. El incluso publicó un libro, Federico y su mundo, donde a pesar del título no se menciona la homosexualidad. Con un heredero así, ningún lorquista que quisiera acceder a los archivos se animaba a decirlo y relacionar su homosexualidad y su obra. Ese aspecto lo quería terminar con este libro

—¿Cómo fue su vida durante el tiempo que pasó en Buenos Aires?

Cuando conocí a Ricardo Molinari, él me pasó un dibujo de Federico que dice "Los lugares donde más he amado, Cadaqués y Buenos Aires". Pero no pude preguntar más. Lorca tenía complicidades por todos lados y Bodas de Sangre fue un gran éxito allí. Pero no me consta que tuviera un gran amor.

—¿Y cuál fue su gran amor?

Hombre, Dalí fue el primero y quizá la persona más amada, aunque no pudo ser. Dalí temía más que nada ser gay, aunque era más gay que nadie. Luego, al final de su vida, Rafael Rodríguez Rapún. Aunque no podía saber cuándo había muerto Lorca porque entonces no lo sabía nadie, Rapún murió exactamente un año después que Lorca, en la misma fecha. Fue en el frente del Norte, luchando contra Franco. Al parecer, saltó de una trinchera y se dejó matar por la metralla de un avión.

Pearl Mae Bailey (29 de marzo de 1918 – 17 de agosto de 1990)














Pearl Bailey































Pearl Mae Bailey (29 de marzo de 1918 – 17 de agosto de 1990) fue una actriz y cantante estadounidense. Tras actuar en el vodevil, debutó en el teatro de Broadway con St. Louis Woman en 1946.[1] Ganó un Tony por el papel principal de la producción Hello, Dolly!, toda ella con artistas negros, en 1968. Su interpretación de la canción "Takes Two to Tango" consiguió ser una de las favoritas de 1952.
Biografía

Nació en Southampton County, Virginia. Sus padres eran el reverendo Joseph Bailey y su esposa Ella Mae. En 1954, fue Frankie en la versión cinematográfica de Carmen Jones, y su interpretación del tema "Beat Out That Rhythm on the Drum" es uno de los momentos álgidos de la película. También protagonizó el musical de Broadway House of Flowers. En 1959, fue Maria en la versión filmada de Porgy and Bess, protagonizada por Sidney Poitier y Dorothy Dandridge. Ese año también hizo el papel de "Aunt Hagar" en "St. Louis Blues", junto a Mahalia Jackson, Eartha Kitt, y Nat King Cole. En los años setenta tuvo su propio programa de televisión, y también dio voz a personajes de dibujos animados tales como Tubby the Tuba (1976) y The Fox and the Hound (Tod y Toby) (1981), de Disney. Volvió a Broadway en 1975, con el papel principal de "Hello Dolly". Posteriormente consiguió una licenciatura en Teología por la Universidad de Georgetown en Washington, DC en 1985. En 1987, Bailey ganó un Daytime Emmy por su actuación como hada madrina en el programa televisivo de la ABC Cindy Eller: A Modern Fairy Tale. Hacia el final de su carrera fue fija como portavoz en una serie de anuncios comerciales de Duncan Hines. Bailey era Republicana, y fue designada en 1970 por el presidente Richard Nixon como "Embajadora del Amor" de América. Formó parte de diversas reuniones de las Naciones Unidas, apareciendo ocasionalmente desorientada. Posteriormente tomó parte en una campaña para la elección como Presidente de Gerald Ford en los comicios de 1976. Fue recompensada con una Presidential Medal of Freedom el 17 de octubre de 1988. Estuvo casada con John Randolph Pinkett desde el 31 de agosto de 1948 hasta marzo de 1952, finalizando el matrimonio en divorcio. El 19 de noviembre de 1952 se casó con el baterista de jazz Louie Bellson. Tuvo dos hijos. Pearl Bailey falleció por un fallo cardiaco en 1990. Pearl Bailey, por Carl Van Vechten

Filmografía

* Variety Girl (1947)
* Isn't It Romantic? (1948)
* Carmen Jones (1954)
* That Certain Feeling (1956)
* St. Louis Blues (1958)
* Porgy and Bess (1959)
* All the Fine Young Cannibals (Los jóvenes caníbales) (1960)
* The Landlord (1970)
* The Last Generation (1971)
* Tubby the Tuba (1975) (voz)
* Norman... Is That You? (1976)
* The Fox and the Hound (Tod y Toby) (1981) (voz)

viernes, 27 de marzo de 2009

Errores de película: Primera parte


Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

A Titanic, la película más taquillera de todos los tiempos, le adjudican un total de 198 errores

Todos nos equivocamos. También el cine, por su puesto. Desde el más grande hasta el más chico, desde El ciudadano hasta Kill Bill, nadie está a salvo. Son hechos ocasionales: un elemento que cambia de posición de un cuadro a otro, un anacronismo u errores de información. Descubrir estas fallas es casi un juego que de ninguna manera puede contra la poderosa magia de la imagen en movimiento. Pasen y vean.

Titanic (1997)

- En el naufragio, tras el salto al agua de los protagonistas, del que sería imposible emerger por el poder de succión, vemos a Rose sobre la tabla de salvación ¡y todavía con los zapatos puestos!

- Rose tiene una pintura de la serie nenúfares, realizada entre 1914 y 1918 por Monet, pero ¿el Titanic no se hundió en 1912? Qué suerte, la pintura está seca y a buen recaudo.

- Los delfines que Jack observa desde el puente de la nave tienen un lado blanco como los del Pacifico, ¿será que emigraron al Atlántico?

Cantidad total de errores según el sitio Movie Mistakes : 198

Kill Bill 1 y 2 (2003-2004)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- Inicialmente iba a ser una sola película pero se dividió en dos entregas. En la primera, en la escena de la lucha, O-Ren tajea la espalda de La Novia que cae en la nieve. Ella se levanta pero no hay rastro de sangre sobre el blanco lugar de la caída.

- En la segunda entrega, La Novia es enterrada viva y golpea violentamente el ataúd tratando de salir. Sus nudillos y la tapa del ataúd están ensangrentados; logra salir pero en sus nudillos no hay signo alguno de lastimadura.

Cantidad total de errores: 71 (la primera parte) y 59 (la segunda)





Armaggedon (1998)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- Cuando el asteroide viaja por el espacio se oye un gran estruendo: ¡imposible!, las ondas sonoras no viajan por el vacío. Idéntico error encontramos en películas como Apolo XIII y La guerra de las Galaxias.

Al final, Bruce Willis se queda en el asteroide para detonar la bomba. El piloto, al ver que no estalla, intenta hacerla explotar desde la nave, pero alguien pide que le den un poco más de tiempo a Willis. Si puede detonarse desde la nave... ¿Por qué el pobre se quedó en el asteroide?

Cantidad total de errores: 71






Scream (1996)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- La primera chica es asesinada, los padres llegan a la casa y notan algo raro, entonces el padre indica a su mujer "Vete a casa de los Mackenzie"… idéntica frase del film Halloween, en la escena en que Jaimie L. Curtis cuida a los chicos. Moraleja: no es recomendable vivir en el barrio de los Mackenzie.

- Cuando el asesino persigue a Sydney que corre a su cuarto e intenta hablar por teléfono, la línea está muerta, va a su computadora y llama al 911, ¿cómo, los módems no tienen salida por la línea telefónica?

Cantidad total de errores: 66





Lo que el viento se llevó (1939)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- Cuando Rhett le dice a Scarlett la polémica frase "frankly, mi dear, I don’t give a damn, (sinceramente, cariño, me importa un demonio)" ella baja los escalones del porche y se apoya contra una columna que se mueve cuando la toca.

- Scarlett va camino al hospital y entre las luces de la calle, puede verse claramente una bombita eléctrica.

- Mientras los protagonistas huyen del incendio de Atlanta, un soldado camina cargando a un hombre. Más adelante, hay otro hombre, pero no, es el mismo hombre asistido por el mismo soldado, como en la escena anterior. Error notorio porque en este punto del film fue relevante el rol de los extras.

Cantidad total de errores: 59

Mujer bonita (1990)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- Los dos protagonistas están sentados en el parque, ella se quita los zapatos para caminar descalza sobre la hierba, pero en la siguiente escena tiene los zapatos puestos de nuevo.

- Julia Roberts está viendo "I love Lucy", va hacia Gere, le desarregla la corbata y en la inmediata secuencia, la corbata está perfecta.

- En el desayuno, pasada la primera noche de hotel, la Roberts come un croissant que después pasa a ser un bollo por la mitad, para estar entero un poco después.

Cantidad total de errores: 25




Casablanca (1942)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- El film está supuestamente ambientado en Marruecos, pero los extras están vestidos como egipcios.

- Cuando Rick está esperando el tren en la estación, llueve y su impermeable está mojado, cuando sube al tren está totalmente seco.

- La policía francesa era muy indulgente, y el anciano con sombrero y barbita que en una revuelta es llevado a la comisaría, es puesto en libertad inmediatamente, ya que al rato nomás se lo puede ver en la calle, entre los extras que miran atentamente cómo aterriza un avión procedente de Lisboa.

Cantidad total de errores: 22



El ciudadano (1941)

Sí. Hasta los más grandes se equivocan. Desde Welles a Tarantino sin escalas, repasamos algunas metidas de pata del cine

- Cuando conducen hacia los pantanos de Everglades, y teniendo en cuenta que al igual que Xanadu están sobre la costa del golfo, el mar debería situarse a la derecha y no a la izquierda.

- Conocida es la excentricidad de Kane, pero no al punto de ir de picnic a sitios con aves prehistóricas revoloteando. Este no fue un error accidental sino que Orson Welles decidió utilizar los decorados de otra película que incluía estos animalitos.

- El diario japonés que reporta la muerte de Kane, lo hace en chino.

Cantidad total de errores: 13

Woody Allen vs. Bernard Madoff

EN THE NEW YORKER

Woody Allen vs. Bernard Madoff

El cineasta neoyorquino se venga en un relato cómico del tristemente famoso estafador de Wall Street. El relato, protagonizado por dos langostas, tiene ecos kafkianos y retrata el mundo judío de Allen.

Por: Marc Bassets - Nueva York

PIONERO. Allen es la primera celebridad del mundo de la cultura estadounidense que dispara creativamente contra Madoff, el mayor estafador de la historia.

Que Bernard Madoff, el responsable de la mayor estafa de la historia, se convirtiese en un personaje de ficción era cuestión de tiempo. El financiero Madoff hurtó casi 65.000 millones de dólares a miles de clientes de todo el mundo con un fraude piramidal. En diciembre fue puesto bajo arresto domiciliario. El 12 de marzo se declaró culpable e ingresó en prisión.

La sorpresa es que el primer creador de calibre en atreverse con la figura de Madoff haya sido Woody Allen, conocido sobre todo por su trabajo como cineasta, pero también un excelente escritor humorístico. En el último número de la revista The New Yorker,su hogar literario desde los años sesenta, Allen publica un cuento donde dos estafados por el financiero se vengan de él de la forma más inesperada.

"Hace dos semanas, Abe Moscowitz murió de un ataque al corazón y se reencarnó en langosta", empieza este relato kafkiano, cuyo título, Tails of Manhattan, es un juego de palabras. Tail,en inglés, significa cola, pero suena como tale, cuento.

El tal Moscowitz acaba en la pecera de una marisquería del Upper East Side de Manhattan, y allí se encuentra con Moe Silverman, un viejo conocido. Ambos fueron estafados por Bernie Madoff y murieron como consecuencia de la estafa. Ambos se reencarnaron en langosta.

"Al principio me decía que no tenía espacio para un nuevo inversor. Pero cuanto más me rechazaba, más quería yo entrar", dice Silverman, que se suicidó al descubrirse víctima del fraude. "El día que supe que él podía gestionar mis cuentas me emocioné tanto que recorté la cabeza de mi esposa de la foto de nuestra boda y puse la suya en su lugar".

El caso es que un día Madoff burla el arresto domiciliario y aparece en el restaurante donde las langostas se pasan las horas filosofando. Es más, pide langosta y las elige a ellas. "¡Me timó hasta que me quedé sin los ahorros de toda una vida y ahora se me tragará con salsa de mantequilla! ¿Qué clase de universo es este?", llora Moscowitz.

El desenlace es rocambolesco y puede servir para resarcir, aunque sea en la ficción, a las víctimas de Madoff, un prohombre de la comunidad judía que durante años engañó a casi todo el mundo - incluidas víctimas del holocausto-sin que su imagen se resquebrajase.

Quizá no sea tan sorprendente que Woody Allen haya sido uno de los primeros en atreverse con Madoff, que se movía por los escenarios de sus películas y vivía en su barrio. Incluso recuerda a algún personaje suyo como el oftalmólogo de Delitos y faltas,que contrata a unos matones para asesinar a su amante y sigue con su vida de ciudadano honorable.

Lleno de palabras yiddish como mensch y heimlich, Tails of Manhattan regresa al microcosmos de las mejores películas de Woody Allen: el Nueva York judío, el Upper East y el Upper West Side. Y recuerda, aunque sea con un divertimento, por qué está considerado una gran voz de la ficción judía neoyorquina, en la estirpe de Isaac Bashevis Singer.

CINE: LEON GIECO, DEMIAN FRONTERA Y LA EXPERIENCIA DE MUNDO ALAS




“Fue descubrir un paisaje espiritual”

El músico y el bailarín coinciden en remarcar la potencia que ganó el proyecto gracias a la conjunción de las voluntades individuales en el momento justo: “Si nos hubiéramos encontrado antes, tal vez no habríamos estado preparados para conocernos”.

Por Facundo García

“Acá el casting lo hizo la vida”, comenta el bailarín Demián Frontera, y León Gieco se para en seco porque ha vislumbrado un trocito de verdad. Dos segundos después retruca, mezclando su emoción con una carcajada: “Qué genial eso... ¡Me vas a hacer llorar, boludo!” Así se inaugura la charla con ambos artistas, que junto a colegas con capacidades diferentes protagonizan Mundo Alas, documental que se estrena hoy y que repasa las aventuras de una banda en la que, más que instrumentos, lo que se tocan son corazones.

Son las seis de la tarde y la troupe está encendida. En los pasillos del Bauen se escuchan chistes y guitarras. Se percibe la energía que electriza el aire cuando alguien está pasando por una experiencia única. Gieco y Frontera se apartan un poco para dejar que siga la farra e intercambian impresiones sobre el proyecto que empezó en 2006 y que tuvo uno de sus puntos culminantes en el gran concierto que el grupo ofreció en el Luna Park, durante los festejos por los veinte años de este diario.

Pero lo mejor es empezar por el principio. Hace tres veranos, León decidió reunir a varios amigos especiales que había ido conociendo, para montar un espectáculo donde mostraran su talento. Motivos había miles. Uno era que los doce integrantes de lo que más tarde se transformaría en Mundo Alas tienen una vibra que los hace inolvidables. Otro era que todos sintieron, desde la primera reunión, que se abría un portal a lo inesperado. “Para mí fue como descubrir un paisaje espiritual. Todos tenemos la capacidad de percibirlo, lo que pasa es que andamos ocupados y no la ponemos a nuestro alcance. En mi carrera había conseguido varios logros importantes, y de repente rodearme con amigos que cultivaban su espíritu permanentemente me marcó una nueva senda”, reconoce el cantor de Cañada Rosquín, que además se animó a acompañar a Fernando Molnar y Sebastián Schindel en la dirección. “A veces veo que uno de nosotros tiene que ir al baño o levantarse a hacer un trámite. Y se complica, porque en ocasiones necesitan sí o sí de la ayuda de otro. Esa espera de ‘ir-a-llamar-a-uno-para-que-te-dé-una-mano’ los reincorpora en su cuerpo y en su mente, y creo que eso genera una gran sabiduría. La espera produce espiritualidad destilada.”

¿Y cómo se experimenta el contacto con esa espiritualidad? “Es como una sensación que se produce acá en el estómago”, se pone el dedo en la panza Gieco. “Una emoción que te hace percibir lo que antes no notabas.” Es gracioso oír a un personaje tan conectado con lo terrestre describir andanzas por esos reinos intangibles: “Qué querés que te diga. Yo a cada uno le veo un aura, y es una suerte poder estar al lado de gente así. Si Demián baila la veo, te lo juro. Lo mismo con el resto. Un día hicimos un juego con Carina Spina, que ella nos contara cómo nos imaginaba. Y la pegaba, ¿podés creer?”

Según coinciden los que participaron, lo más increíble es que cada etapa se dio sin buscarla. El pegar onda, el salir de gira por Córdoba, Rosario y Cosquín –entre otras ciudades– y hasta el aunar criterios para las grabaciones. “Eso es lo que quería decir con eso de que el casting lo hizo la vida”, se integra Demián. “Probablemente yo tenía que pasar doce años bailando, León treinta y cinco en su oficio, y así. Si nos hubiéramos encontrado antes, tal vez no habríamos estado preparados para conocernos. Es como dice Pancho Chévez, que le dedicó una canción a su amigo Beto en la que dice que hay que estar tranquilo porque ‘Dios siempre sabe qué hacer’.”

Viaje a las estrellas

En el libro IX de La Eneida, Ascanio –el hijo de Eneas– arenga a su tropa gritando “¡Macte, nova virtute, puer, sic itur ad astra!”; que en criollo sería “¡Animo, muchachos, que así se alcanzan las estrellas!”. O sea: no son las armas ni la riqueza, sino el empuje lo que mueve la existencia hasta destinos inesperados. Y aunque la frase se aplicaba a guerreros romanos, cabría perfectamente para los de Mundo Alas. “Ellos tienen una potencia tal, que si bien la idea original no era hacer un largometraje, se originaron situaciones que inclinaron la balanza para que se diera. Yo tengo mis parámetros para darme cuenta de lo que funciona. Acá supe que se cumplían”, reflexiona León.

El primer encuentro formal fue en un concierto en la Casa Rosada. Con su carácter de locomotora, Pancho Chévez había conseguido el teléfono de Néstor Kirchner y lo llamaba permanentemente porque quería tocar en la sede del gobierno. Hasta que el ex presidente tuvo que aflojar. “Nos presentamos en el Salón Blanco y los componentes de Mundo todavía no se conocían mucho entre sí. Luego del show no venían a cholulearme a mí, sino que intercambiaban opiniones entre ellos. Se unieron espontáneamente y no me dieron ni bola”, acusa Gieco, divertido. Había nacido una fuerza que era superior a la suma de sus partes. De ahí salió el impulso para organizar la gira, conversar con EMI para armar un disco y mirarse mutuamente desde una perspectiva que no era la de la tele ni las revistas. Por lo común, la persona que se sale de la norma es considerada un pedazo de carne que no puede hacer otra cosa que depender y quejarse. Eso se terminó. Como sus compañeros, Demián se lo tiene jurado. “En cierta época de mi adolescencia, yo no tenía brillo en la mirada, era un triste”, recuerda. El joven que reinventa su cuerpo gracias a la danza quedó en silla de ruedas a los catorce, por un accidente en un entrenamiento de gimnasia. “Oía a mi vieja que decía ‘¿Y el alma de este chico, dónde está?’”, añade, antes de que le saquen el tema de su casamiento y la cara se le ilumine al confesar que todavía no vio la escena del arroz a la salida de la iglesia.

“Demián es un luchador”, señala Gieco. “Hace mucho me pasó un video con él bailando. No lo vi. Pensé que si alguien quería bailar un tema mío subido a una silla ya era un valiente, así que lo invité a reunirnos. Era su actitud. Y tenés a un pibe como Maxi, que tenía once años y se me trepó al escenario porque quería cantar. O Pancho Chévez, que tenía quince al conocernos: mientras tocaba vi que estaba delante de todos, y lo convoqué a mi camarín porque quería saber quién era ese chabón que cantaba todos los temas. ¿Sabés lo que me dijo apenas entró? Me preguntó cómo podría hacer para ser famoso. Me quedé tieso. Agarré el atril de la armónica, se lo puse y empezó a tocar. Ahora ya estuvo con La Renga, la Bersuit. Desde el comienzo se sentía un artista, y me vio a mí como un puente.”

Más allá de circunstancias individuales, hay un denominador común que contribuyó a juntar a esta “familia rodante” y proyectarla a las estrellas. Dice León: “No quisieron estar en cualquier escenario, sino en uno donde se cantaban letras políticas, contestatarias. Sin desmerecer a nadie, no quisieron ir con Valeria Lynch. Prefieren estar con las Madres que ir a un cóctel por el avant première de la peli”. Demián asiente. “Los integrantes del Grupo de Danza ALMA –apunta– apostamos por León por su coherencia política. Compartíamos con él una perspectiva que nos hizo descubrir juntos a maestros como José Poblete, un militante desaparecido que formó un frente de personas con discapacidad contra la dictadura. En la banda asumimos esas posiciones.”

Teoría y práctica del vuelo

Mundo Alas es una de esas películas de personajes que se van buscando a sí mismos en sus andanzas por la ruta. Eso no significa que el viaje haya comenzado cuando el colectivo rosado puso primera y empezó a comer kilómetros de asfalto. Hubo una instancia previa, y cada protagonista se debe haber trenzado íntimamente con esas preguntas que se agigantan bajo ciertas condiciones. Interrogantes como ¿quién querrá verme y oírme?, ¿aplaudirán mi talento o mi discapacidad? No obstante, un paso más abajo en la identidad estaba, lisa y llanamente, el deseo de estar en un escenario.

Es que las tablas son un territorio de protección. Un cuadrado mágico que pone paréntesis en la mirada usual y ubica en el centro a los que eligieron expresarse. “Vos estás ahí –observa Demián– y sabés que te están mirando, que no se pueden hacer los tontos. Nadie se mete con vos. Si las cosas te salen bien, percibís tus avances en la reacción de los otros. Y al entrar en ese camino de evolución, al captar que un día te conectaste mejor con los demás mejor, ya no hay vuelta atrás. Sabés que de ahí en adelante lo que hagas tendrá que ser superior. Caso contrario, vas a sentir que te estás engañando.” De a tramos dan ganas de grabar a “los alados” y reproducir la entrevista a varios figurines que sacrificaron su brillo íntimo en el camino hacia la fama. Gieco sintoniza y confirma que, en definitiva, el arte no ofrece chance. “No hay opción, flaco. Como le gustaba repetir a don Atahualpa, ‘quieras o no, vas a salir a tocar con tu vida’. Ahí arriba no podés fingir ni negarte, porque se van a dar cuenta.”

La tribu se apresta para ir a grabar el disco. Lo que era una ilusión ya se filtró a la realidad y continuará con estrenos en las provincias y otras zonas del continente, que se sumarán a un espectáculo que pretende seguir recorriendo el país, ¿Cómo se pudo llegar a tanto empezando con tan poco? Un cuento del japonés Ryunosuke Agutagawa quizá brinde una explicación: relata la historia de un viajero que ofrece sus servicios en una casa a cambio de que le enseñen a ser sabio y volar. Creyendo que el viajero está loco, los dueños se avivan: le aseguran que le van a revelar el secreto del vuelo sólo si se queda a trabajar con ellos gratis durante veinte años. El hombre acepta y se convierte en un trabajador dedicado. Al cumplirse el plazo, los amos le prometen que le revelarán el método si él sube a lo alto de un pino. El criado se trepa, y desde abajo le sugieren que el secreto de volar está en que se suelte. Se lo indican, con la esperanza de que muera del porrazo. Pero entonces el criado aparta las manos de las ramas con fe y agradece con una reverencia. Sin una sombra de rencor, sube de a suaves pasos por el cielo, hasta perderse entre las nubes. Ese tipo podría ser un integrante de Mundo Alas.

Los Tres Chiflados Cine para el 2010

Se viene la película de Los Tres Chiflados con Sean Penn, Benicio del Toro y Jim Carrey

La popular serie se convertirá en película en 2010 y tendrá a Sean Penn como Larry, Benicio del Toro como Moe y Jim Carrey será Curly.


MÍTICOS. Los 3 Chiflados, una de las series más queridas por los argentinos.

Una de las series más queridas por el público argentino, tendrá su versión cinematográfica, modelo siglo XXI. Se trata de Los Tres Chiflados, que inmortalizó a Larry, Moe y Curly y que en 2010 llegará a la pantalla grande.


Pero lo más llamativo serán los actores que encarnarían a los ya nombrados: Sean Penn, Benicio del Toro y Jim Carrey, nada más y nada menos. Según informa la edición online de la revista Variety, Penn interpretará a Larry, del Toro será Moe y Carrey estudia una dieta para engordar y convertirse en Curly.

La película estará producida por MGM (Metro Goldwyn Mayer) y será una comedia sobre las payasadas de estos míticos personajes que a través de 190 cortos de 16 minutos cada uno, cautivaron al público de todo el mundo desde 1934 hasta 1958. Para recordarlos, mirá un fragmento a continuación.


jueves, 26 de marzo de 2009

AVE ELEFANTE

Huevo puesto por un ave elefante hace 400 años sale a la venta en Londres

Mide 33 centímetros de diámetro y perteneció a una especie que hoy está extinguida.

Un huevo de estos podía llegar a pesar 12 kilos.

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LONDRES.- El mayor huevo visto hasta ahora puesto por un ave elefante de Madagascar hace 400 años, está a la venta en la Feria de Antigüedades de Chelsea (en el oeste de Londres) por 500 libras (unos 536 euros), informa hoy el diario "The Daily Telegraph".


La peculiaridad del huevo, que mide 33 centímetros de diámetro, viene de la mano de la singularidad de su creadora, el ave elefante, una especie no voladora que habitó la isla de Madagascar hasta su extinción, alrededor del siglo XVII.


Los restos fósiles encontrados y las crónicas de la época la sitúan como la segunda ave más alta que ha pisado la Tierra, con cerca de tres metros de altura y 400 kilos de peso.


Con todo esto, no es de extrañar que sus huevos alcanzaran estas impresionantes dimensiones, llegando a pesar cerca de 12 kilos.


Según el organizador de la Feria de Antigüedades de Chelsea, Duncan Phillips, el ejemplar que salió al mercado es "el mayor huevo de este tipo que han visto nunca" y añade que se trata de una pieza muy cotizada, ya que "pueden pasar 50 años hasta que un huevo similar salga a la venta".

miércoles, 25 de marzo de 2009

CINE INDIE


Los 'indies' se vuelven realistas

Los nuevos filmes independientes muestran ahora el lado áspero de la sociedad

Foto:Michelle Williams, en 'Wendy and Lucy'

El celuloide se tiñe de realidad. El género indie que solía pecar de exceso de egocentrismo y densidad introspectiva, ahora mira con crudeza hacia la realidad y deja de lado el onanismo del mi-me-conmigo. No todos los cineastas independientes pueden llamarse neo-neorrealistas, como los ha definido el crítico A. O. Scott en el diario The New York Times. Pero en los títulos que han llegado a las pantallas en los últimos dos años hay una pátina de aspereza de la que carecían las películas de bajo presupuesto y contenido alto en autoanálisis del arranque del siglo XXI. No son filmes taquilleros, pero sí difíciles de olvidar.

Wendy and Lucy, de la estadounidense Kelly Reichardt, es probablemente el filme que mejor simbolice esta tendencia. Figuraba entre las 10 mejores películas de 2008 de la mayoría de críticos estadounidenses. Sin embargo, tuvo una distribución modesta y se vio gracias al boca a oreja. En ella, la actriz Michelle Williams es la guía de un viaje sin final feliz. Apenas ocurre nada. Sin embargo, con pocas pinceladas muestra la dureza de una sociedad que no tiene piedad con quienes no encajan en lo establecido. Y aparecen personajes sacados de la realidad, como los jóvenes sin casa, que viajan sin dinero y sin rumbo tras renunciar a una vida normal.

Ésta es otra característica de algunos de estos filmes: utilizan a actores no profesionales para algunos papeles. El protagonista de Man push cart (2005), del estadounidense de origen iraní Ramin Bahrani, era un vendedor ambulante y su experiencia se incorporó a este filme que se centraba en observar visualmente y con apenas diálogos el día a día de los inmigrantes cuyos carritos de perritos calientes son ubicuos en Nueva York, pero de cuyas difíciles vidas nadie sabe nada. Bahrani está a punto de estrenar su tercer filme, Goodbye solo, también marcado por el realismo.

Hace dos años Half Nelson (2006), de Ryan Fleck, invitó al espectador a entrar en dominios antaño vetados al indie estadounidense: se exploraba el difícil terreno de la vida de una adolescente del gueto y su relación con un profesor adicto a las drogas. Y en Ballast (2008), de Lance Hammer, la vida de los afroamericanos pobres se desplegaba en su crudeza.

Al contrario de los neorrealistas italianos como De Sica o Rossellini, vinculados al partido comunista en la difícil posguerra, los directores estadounidenses no tienen color político, pero sí la inquietud por mostrar esa parte sucia de la realidad que Hollywood suele teñir de colores rosados. Larga vida al nuevo indie.

EL PRISIONERO Y SU ROLEX

Prisionero de los nazis y comprador de un Rolex

El reloj que adquirió por correo, estando preso, el oficial británico que inspiró el filme 'La gran evasión', sale a subasta en Suiza

En plena Segunda Guerra Mundial, el cabo británico Clive James Nutting, preso en el campo de concentración nazi de Stalag Luft III, en Polonia, compró por correo un reloj Rolex modelo Oyster. Ese campo de concentración fue escenario de un intento de fuga masivo, organizado entre otros por Nutting, que luego fue llevado al cine en el filme La gran evasión.


El reloj Rolex subastado

Reloj Rolex modelo 'Oyster' adquirido en 1943 por un oficial británico preso en un campo de concentración nazi- Antiquorum

Este fin de semana, ese mítico reloj y la correspondencia que narra su peripecia han salido a subasta en Ginebra. El elevado precio de salida, unos 121.000 euros han hecho que la puja quedara desierta. Bastante menos le costó el reloj al cabo Nutting en 1943, unos 1.750 euros, que no fueron abonados hasta finalizada la contienda.

Nutting, que luego asesoraría al equipo que realizó en 1963 la película La gran evasión encargó el reloj directamente al fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, en Ginebra, según cuenta el diario The Times.

Wilsdorf, que era alemán, dispuso todo para el envío y escribió una misiva a Nutting en la que se disculpaba de antemano por el previsible retraso en su recepción y dejando claro a su cliente que no era necesario que saldaran cuentas hasta que la guerra terminara. Nutting abonó el reloj en 1948, cuando ya estaba en Londres. El Times señala que, debido a las restricciones de moneda que en aquel entonces pesaban sobre Reino Unido, en la factura figura que el Rolex costó sólo 22 euros.

Además de esta pieza, la casa de subastas Antiquorum tenía previsto someter a la puja un reloj del ex presidente de EE UU, Franklin D. Roosevelt y otro, en oro rosa, de Charlie Chaplin.

martes, 24 de marzo de 2009

CLIVE OWEN : El actor de "Un plan perfecto"

Clive Owen: "No me considero un sex symbol"

El actor de "Un plan perfecto", uno de los astros británicos más grandes de Hollywood, habla de su pasión por el equipo de Liverpool, de adaptarse a la fama y de ser un padre presente para sus hijas. Este jueves llega "Agente internacional", un thriller en el que los culpables son los bancos.

Por: Elizabeth Day

Nadie tomó a Clive Owen en serio cuando a los trece años anunció que quería ser actor. Corría 1977 y Owen iba a la secundaria en Coventry, uno de esos lugares donde a los chicos desobedientes les ponían un overol y los obligaban a hacer trabajos manuales. Owen era brillante pero le dieron el papel del ladronzuelo Artful Dodger en la producción escolar de Oliver! y le gustó tanto que el colegio dejó de importarle.


"Todos sabían que me encantaba actuar, pero no me veían entrando en la escuela de teatro", dice ahora, sentado bajo el apacible sol vespertino en Los Angeles. "Nadie me tomaba en serio. Había otro chico en mi escuela, Dominic, que quería ser guitarrista y éramos como los dos freaks. Pero yo fui muy obstinado".


La obstinación le dio dividendos. A los 44, Owen tiene todavía un acento inglés del interior y un toque de aspereza, pero todo lo demás pesta a estrella de cine. Lleva puesto un traje Armani informal y zapatos deportivos color beige. Tiene la camisa celeste desabotonada revelando una modesta mata de pelo en el pecho y una cadena gruesa de plata. Está bronceado y tiene los dientes blancos y brillantes. Lo que define su rostro, de rasgos marcados, son unos ojos azules claros de una intensidad desestabilizadora.


¡Qué lejos quedó Oliver! "Sí —admite—. No dejé que nadie se interpusiera, dije: No me importa lo que piensen, es la carrera que quiero. Era una pasión". Terminó el colegio y pasó dos años sin trabajar durante los ''80 en Coventry. .


Owen hizo su ingreso en el cine en 1998 cuando el director Mike Hodges lo eligió como empleado de un casino en Croupier. Luego vinieron papeles aclamados por la crítica —un mayordomo en Gosford Park, de Robert Altman,y como Larry, el cavernícola de ideas anticuadas, en Closer, por el que ganó el Globo de Oro y una nominación para el Oscar como mejor actor de reparto.


Desde entonces, trabajó en una serie de éxitos de taquilla —como el Rey Arturo en el filme homónimo, como un ladrón de bancos en El plan perfecto en 2006 y, un año más tarde, como Sir Walter Raleigh en Elizabeth: The Golden Age, de Shekhar Kapur.


Su película más reciente, Agente internacional, es un thriller de gran presupuesto con Owen en el papel protagónico interpretando a un agente de Interpol que lucha contra la corrupción empresarial.


Me habían dicho que puede ser un entrevistado difícil, no muy abierto, que protege a toda costa su vida privada y no le gusta hablar de su mujer, Sarah-Jane Fenton, a quien conoció a los 19 años en una producción de Romeo y Julieta en la escuela de teatro, ni de sus dos hijitas, Hannah, de doce, y Eve, de nueve. Me dijeron que lo impacientan los trámites ligados a la publicidad de las películas y —cosa bastante extraña en un actor— dice que no quiere la aprobación de los otros y que no siente la necesidad de cortejar a nadie.


"Si dicen cosas buenas, las aprecio, pero no estoy necesitado de eso, no. Si toda las personas que conozco me dijeran Clive, ¡es pésimo! entonces me cuestionaría, pero me importa más estar satisfecho personalmente que obtener reconocimiento por lo que hago".


Pese a no buscar la aprobación de los otros, la recibe. Según Naomi Watts, su coprotagonista en Agente..., Owen es "un tipo fantástico con un sentido del humor de chico de colegio británico. Puede reírse de sí mismo a pesar de tomarse el trabajo muy en serio". Owen no es de los que compran su propia publicidad. Aunque es innegablemente apuesto, dice no ser consciente de serlo. "Ni pienso en eso —dice—. Si un actor se considera un sex symbol realmente tiene serios problemas, no pierdo tiempo pensando en eso".


Parece tener poca vanidad profesional. Agente... lo muestra desaliñado, con cara de foto de prontuario, huraño y sin afeitar. Su fuerte es retratar una suerte de masculinidad desprolija: una dureza superficial que se despega para revelar atisbos de complejidad.


Clive es el cuarto de cinco hermanos, hijo de Pamela y Jess Owen, cantante de música country. Su padre se fue cuando Owen tenía tres años. Volvieron a verse cuando tenía 19, pero siguieron alejados. Clive fue criado por su padrastro. Ya antes ha descrito su infancia como "dura". ¿Qué hacen actualmente sus hermanos? "Algunos hacen música. Uno de ellos trabaja en un negocio". Cuando noto que tiene una oreja con un piercing parece incómodo. "Sí", dice. Larga pausa. ¿Cuándo se lo hizo? "Hace muchos, muchos años". Se acabó el tema.


A pesar de la reticencia, insiste en que está "muy cómodo" consigo mismo. "Me odié cuando dejé de fumar (cuando nació su primera hija). Me encantaba fumar y cuando dejé, no me gustó. Prefería al tipo que fumaba, que ponía todo en el cigarrillo, y de golpe se acabó y pensé ¿Quién es este tipo? Pero, en general, no voy por la vida odiándome."


"Me gusta interpretar personajes que sean convincentes, que no sean convencionales ni agradables. Me gusta interpretar algún tipo de lucha interior porque hay más para hacer". Pero aunque sus personajes no sonríen demasiado, las dotes de Owen para el humor quedaron demostradas cuando apareció en la comedia de Ricky Gervais, Extras, haciendo una caricatura de sí mismo como actor egocéntrico. "Me interpreté a mí mismo", dice, impávido.


Dice que le gustaría hacer una película más liviana, aunque más no sea para dejar contentas a sus hijas. "Es algo permanente en casa. Mis hijas vienen a la filmación, conocen a la gente, se divierten, se enteran de que se estrena, les dicen que no pueden verla y se enojan. Me fastidian para que haga una película para chicos. No se imagina hasta qué punto".


¿Su propia experiencia de un padre ausente lo impulsa a estar más con ellas? "Sin duda. Y ésa es la mayor lucha para cualquier actor, el tiempo que uno se va y cómo elaborarlo. Pero cuando estoy en casa, las llevo al colegio y las voy a buscar. Estoy presente. Lo más difícil es que a los chicos les gusta la rutina, saber dónde está el papá. Conmigo, es extraño. Estuve en casa durante las vacaciones de verano, hicimos cosas de familia juntos, pero después tengo que filmar en una locación. Siempre están inseguras porque no saben cuándo voy a aparecer y eso es duro. Para ellas y para mí. Pero están todo el tiempo en contacto por teléfono".


Durante el tiempo que Owen filma fuera, Hannah y Eve son cuidadas por su mujer. Fenton dejó a un lado su carrera para ser una madre full-time y permitir que Owen pudiera perseguir su ambición, sacrificio que él agradece conmovido. "Es increíble. Es un cliché, pero honestamente creo que es ella la que me permite hacer lo que hago. Es una roca. Ella mantiene todo unido y me da la libertad de salir y de hacer lo que hago y explorar estos caminos en el trabajo y también tener esta familia fantástica. Solo gracias a su comprensión, su empeño y su confianza. Lo valoro más de lo que usted puede llegar a imaginar porque mis chicas son muy buenas, y eso es gracias a ella".


Después de crecer en una casa llena de varones, Owen dice que es un deleite ser el único hombre en una casa femenina. "Es extraño pero me siento muy cómodo —dice—. Nunca pensamos Ahora busquemos un varón. En casa soy el payaso. Les gusta burlarse de mí, es su pasatiempo favorito."


Es evidente, por las cosas que deja deslizar, que sus hijas lo adoran. Dice que hace poco su familia fue a verlo a Australia, donde está filmando, y que Hannah y Eve se habían puesto las remeras del Liverpool (Owen es hincha de toda la vida). "Sé que se las pusieron solamente porque pensaron que me gustaría. No les interesa el fútbol". ¿Su mujer es simpatizante? "Para nada. No entiende cómo los hombres perdemos tanta energía y emoción en el fútbol. Esta semana sufrí mucho con el equipo. En serio. No estoy bromeando. Anoche tuve que hablar con un amigo por teléfono para descargarme".

Le pregunto si, como algunas actrices que incluyen cláusulas descartando desnudos, él escribió en su contrato ver los partidos del Liverpool. "Sí, tengo que poder verlos en mi trailer... Saben lo importante que es para mí", dice y sonríe con expresión traviesa.-

Traducción: Cristina Sardoy

JADE GODOY, DE GRAN HERMANO, SU MUERTE


TELEVISION: JADE GODOY, DE GRAN HERMANO

Morir frente a cámara

La británica Jade Goody, que saltó a la fama por participar en la versión local del programa de telerrealidad Gran Hermano e hizo pública su batalla contra el cáncer, murió mientras dormía en su casa la madrugada de ayer, informó su publicista Max Clifford. Goody, que sufría de un cáncer cervical, murió en su domicilio en Upshire, en el sudeste de Inglaterra, hacia las 3.14 (3.14 GMT), al lado de su madre Jackiey Budden y su marido Jack Tweed. La madre de Jade Goody dijo: “Mi preciosa hija está en paz”. “Creo que será recordada como una joven que ha salvado y salvará muchísimas vidas”, dijo Clifford, refiriéndose a cómo su batalla pública contra el cáncer ha creado conciencia sobre la enfermedad. “Era una chica muy, muy valiente. Y se enfrentó a la muerte del mismo modo que se enfrentó a toda su vida: plenamente, con mucho coraje”, añadió. Goody, de 27 años y ex enfermera dental, se hizo conocida por su participación en la versión británica de Gran Hermano en 2002. Pero su carrera se vio casi arruinada en 2007 cuando se dirigió a la actriz de Bollywood Shilpa Shetty con un comentario racista. Ambas harían las paces más adelante y Goody apareció incluso en la versión india de Gran Hermano, pero se tuvo que retirar cuando le fue diagnosticado el cáncer.

La decisión de Goody de vivir ante las cámaras sus últimos días de enferma terminal, con la cabeza totalmente calva por el tratamiento con quimioterapia, levantó polémicas y suscitó numerosas dudas sobre los límites de la televisión. Pero también se ganó la simpatía de muchos británicos y el número de mujeres jóvenes que se sometieron a exámenes de detección del cáncer cervical aumentó notablemente.

LOS SIMPSON: SU ORIGEN

Los Simpson: el origen de todo

Antes de convertirse en serie, Los Simpson salían en formato de corto. Aquí las primeras historias de la familia más popular del mundo.


Los primeros pasos de la familia amarilla.

La historia reciente de Los Simpson todo el mundo la conoce. Ya son 20 temporadas y un éxito a nivel mundial indiscutible. Pero antes de que Los Simpson se convirtieran en una tira semanal, la familia amarilla hacía su aparición en forma de cortos en el programa The Tracey Ullman.
Los cortos fueron escritos todos por Matt Groening y significaron la primera aparición de Homero y los suyos en televisión.

El primer corto, Good Night, se emitió originalmente el 19 de abril de 1987, y el último, TV Simpson, el 14 de mayo de 1989. Los Simpson más tarde se estrenarían como serie el 17 de diciembre de 1989 con el especial navideño Simpsons Roasting on an Open Fire.

De los 48 cortos que fueron creados solo unos pocos se editaron posteriormente en DVD. Good Night fue incluido en los DVD de la primera temporada de la serie. Cinco de estos cortos se usaron más tarde en el episodio recopilatorio The Simpsons 138th Episode Spectacular de la serie de media hora, que fue incluido en los DVD de la séptima temporada.

Algunos de cortos de aquella época.






domingo, 22 de marzo de 2009

El mundo, sin capa de ozono

El mundo, sin capa de ozono

La Nasa dio a conocer una investigación en donde demuestra cómo se va perjudicando progresivamente la capa (elmundo.es)


El mundo, sin capa de ozono

20.03.2009 | La Nasa dio a conocer una investigación en donde demuestra cómo se va perjudicando progresivamente la capa (elmundo.es)


Escenas de algunas de los las mejores películas de vampiros


Los vampiros del cine

Escenas de algunas de los las mejores películas de vampiros


LA PENA DE MUERTE



Muerte de la pena

Por Sebastián Plut *

Existen numerosos estudios que se han dedicado a objetar la efectividad y la legitimidad de la pena de muerte. Los primeros han mostrado que, en los hechos, la tasa de criminalidad no disminuye por efecto de la aplicación de la pena máxima. Los autores que cuestionan su legitimidad, a su vez, sostienen que la ley no puede, en ningún caso, avalar un asesinato.

Koestler (Reflexiones sobre la horca, 1960) y Camus (Reflexiones sobre la guillotina, 1960) plantean cuestionamientos de distinta naturaleza, los cuales comprenden los dos tipos de objeciones: eficacia y legitimidad. Koestler señala que con la pena de muerte la “barbarie legal se convierte en barbarie común”. El autor no desconoce que todo ser humano abrigue impulsos vengativos, pero éstos no deben ser ratificados por la ley aun cuando formen parte de nuestra herencia biológica.

Camus recuerda que, frecuentemente, las legislaciones consideran más grave el crimen premeditado que el crimen por impulso. Así, con fina ironía, afirma que la pena de muerte no sería otra cosa que un crimen premeditado. El autor también se ocupa del fundamento que justificaría la pena de muerte en función de la ejemplaridad de la misma y lo refuta en virtud de que tal “ejemplo” no amedrenta a ningún criminal. Puedo agregar que el “asesinato legal” no se traduce en una reflexión sobre lo que podría ocurrirle a quien comete un crimen. Más bien, se transforma en un ejemplo del grado de violencia del que es capaz un ser humano o la sociedad. La “mano dura” quizá logre reducir a los delincuentes, pero dudosamente cumpla con la meta de reducir la inseguridad.

La ficción de un joven que, luego de asesinar a sus padres, pide clemencia al tribunal por ser un pobre huérfano, presenta una maniobra discursiva que a través del cinismo logra concordar con los hechos, y nos conduce a pensar que la pena de muerte no es otra cosa que la muerte de la pena. Que la pena muera es una afirmación de doble sentido, ya sea que tomemos el término “pena” como expresión de un sentimiento, ya sea que lo tomemos en su vertiente legal, como castigo.

En efecto, cuando muere la pena, tendemos a eliminar todo sentimiento que permita captar la subjetividad ajena, tendemos a refutar el imperativo que exige darle cabida a la vitalidad del otro.

Asimismo, la pena de muerte consume (agota) el castigo posible, pero no logra eliminar el sentimiento de culpa. Quiero decir, si un crimen da paso al castigo necesario para un sentimiento de culpa, el castigo absoluto libera la culpabilidad para que sean necesarios otros actos delictivos. ¿No se trata en esos casos de que la sociedad ya está “resarcida por completo” y con ello promueve un reinicio del circuito culpa-delito? Quizá tengamos que admitir (soportar) la conveniencia de dejar que una porción (simbólica) del delito siga ocurriendo.

* Doctor en psicología. Fragmento del trabajo “La muerte de la pena”.