lunes, 27 de abril de 2009

CINE_"Batalla en el cielo"

El hombre que creía demasiado


Finalmente se estrena "Batalla en el cielo", la polémica película de Carlos Reygadas, director de "Luz silenciosa".


"Batalla en el cielo", del mexicano Carlos Reygadas; con Marcos Hernández, Anapola Mushkadiz, Berta Ruiz y David Bornstein.
Además de la escena de sexo oral, explícito, con que abre Batalla en el cielo —que la convirtió en la película más controvertida de Cannes 2005—, la segunda película del mexicano Carlos Reygadas (el de Japón y la excepcional Luz silenciosa) tiene tantos elementos como referencias a otros cineastas que en su cóctel puede terminar mareando.

Batalla en el cielo hace referencia en su título a ese sentimiento de culpa que experimenta Marcos, un hombre mestizo, obeso, cincuentón y (algo) religioso, quien junto con su pareja, igualmente obesa y cincuentona ha raptado a un bebé para pedir dinero por el rescate. Pero el niño se les muere. Marcos tiene una fantasía con Ana, la hija adolescente del general del cual él es su chofer, y pese a lo tímido o frío que aparenta ser (lo insultan en plena calle y no dice ni mu), tratará de llevar su sueño al campo de la realidad. Al fin, él es el único que sabe que Ana se prostituye, "por placer", o también por aburrimiento.

El porqué decide compartir aquel secreto, el del secuestro, con Ana es sencillo aunque suene descabellado: Marcos ama a Ana, confía en ella hasta que le enseñan que no debe confiar en ella. De ahí la batalla en el cielo, ese debate interno en la conciencia de un hombre de escasas palabras y mucha masa corpórea.

La película tiene, decíamos, elementos de distinta vertiente. Melodrama, thriller, filme pasional, con escenas que remiten al mejor Buñuel y hasta a Pasolini, a Reygadas no le tiembla el pulso para relatar una historia de sexo y sangre, cierta corrupción, religión y patriotismo. Es su tono, la utilización de plano secuencias, el recitado de líneas de diálogo, más el regodeo en la composición de algunos encuadres lo que crea una distancia entre lo que se cuenta y el espectador que termina favoreciendo poco al filme.

Reygadas volvió a trabajar con actores no profesionales: Marcos es Marcos Hernández, que en la vida real era chofer de su padre, y Ana es Anapola Mushkadiz, hija de un directivo de Televisa. Al director le importa más las relaciones y los comportamientos que la historia en sí, y se nota.-

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