Un bebé elefante es separado de su madre y muere. Un guepardo hembra se come a una pequeña gacela llena de vida. El padre de dos encantadores cachorros de oso polar se desangra hasta morir después de un encuentro cercano con el colmillo de una morsa.
Estas escenas no llamarían la atención en un documental sobre la vida salvaje. Pero La Tierra (Earth, en el original) se sale de la norma: este largometraje apto para todo público marca el notorio regreso de la Walt Disney Company al género natural y lo hace con un número de equilibrismo muy difícil.
Hoy, La Tierra llegará simultáneamente a los cines de varios países por cortesía de Disneynature, un nuevo sello cinematográfico que se propone aprovechar la fiebre verde ofreciendo la próxima generación de documentales sobre la naturaleza.
El filme, realizado por la misma gente de la exitosa miniserie Planeta Tierra del Discovery Channel y narrada por James Earl Jones (la versión argentina es narrada por el rugbier Agustín Pichot), se centra en tres familias de animales que luchan por sobrevivir a lo largo de un año.
Con la enorme influencia que tiene en los niños y la cultura, Disney es blanco de críticas por mucho cuidado que ponga en su entretenimiento, y en el caso de La Tierra trata de caminar cautelosamente sobre una cuerda floja. La empresa quiere describir la naturaleza con absoluta impavidez, en parte para atraer a documentalistas de primer nivel para futuros proyectos y en parte para fomentar la conciencia ambiental.
Al mismo tiempo, el objetivo de Disney es crear un entretenimiento exitoso. Si bien los productores de La Tierra han tratado de no caer en el antropomorfismo, imprimiendo en los animales comportamientos humanos, la película sí los convierte en personajes con historias pensadas para pulsar las emociones del espectador. Es probable que este aspecto incomode un poco a los bolsones del público primario de Disney: familias y niños.
"No quiero pasar por otro Bambi", dice Donna Farmer, diseñadora web de Los Angeles que tiene dos hijos pequeños. Jean-Fran»cois Camilleri, un veterano de la compañía que dirige el sello Disneynature, señaló que las escenas que describen algunas de las realidades más duras de la naturaleza han sido cuidadosamente editadas. El bebé elefante muere fuera de cámara, por ejemplo, y el público simplemente es llevado a creer que el guepardo hembra comió su aperitivo. Lo que Camilleri vio sobre todo fue "la autenticidad despojada" como un punto fuente.
"Las películas se han vuelto tan artificiales, generadas por computadora y cosas por el estilo, que existe un fuerte deseo de ver algo bello y real -dice-. Basta pensar en el éxito enorme de la serie Planeta Tierra".
Ese programa del Discovery Channel en once entregas, presentado en 2007, arrasó con todo. Atrajo a públicos televisivos de múltiples segmentos y vendió alrededor de tres millones de copias en DVD solamente en los Estados Unidos.
Pero el éxito de Planet Earth podría llegar a resultar un obstáculo para La Tierra, ya que el proyecto de Disney contiene una gran cantidad de filmación de la miniserie del Discovery Channel presentada de otra manera. De hecho, un 60% de La Tierra ya se mostró en reiteradas oportunidades, gratis, en el Discovery Channel. Una secuencia del filme que muestra a grandes tiburones blancos desgarrando lobos marinos, por ejemplo, le resultará conocida a los que hayan visto Planet Earth. "Es una forma totalmente distinta de ver la filmación", dice Camilleri, desdeñando cualquier tipo de miedo a repetirse. "Ver a ese gran tiburón blanco en las pantallas de cine es realmente sorprendente".
La naturaleza siempre fue el ADN de Disney. Bambi, que describía la vida (en su mayor parte) idílica en el bosque, fue un éxito de taquilla en los '40. El paseo Viaje por la Selva se abrió en Disneylandia en 1955. Más recientemente, la compañía presentó Reino Animal, un híbrido de parque temático y zoológico en Florida.
Los teóricos culturales consideran las Aventuras de la vida real de Wal Disney de los años '50 como los primeras películas que comercializaron abiertamente la naturaleza, y algunos trazan incluso una línea divisoria entre su descripción compasiva de los animales y el clima eco-político de los '60 en adelante.
Antes de los documentales "de la vida real", los animales salvajes generalmente eran descritos en la pantalla grande como objetos para matar y coleccionar, dijo Margaret J. King, directora del Centro de Estudios y Análisis Culturales, una organización de investigación de Filadelfia. Walt Disney les dio personalidad, una visión que atrajo críticas pero que en definitiva influyó en el desagrado actual frente a las jaulas de los zoológicos y los acuarios reducidos.
Disneynature, formada después de La marcha de los pingüinos, un filme de Warner Bros. de 2005 que recaudó 127,4 millones de dólares en entradas en todo el mundo, intenta recuperar la gloria de los tiempos de Vida Real. La compañía considera que Disneynature es un terreno fértil para merchandising, televisión y filiales de parques temáticos.
Ahora que las preocupaciones ambientales ganan importancia en la cultura, y que cada película cuesta menos de 10 millones de dólares, los potenciales beneficios del emprendimiento pueden superar ampliamente los riesgos.
Si bien Disney dijo inicialmente que el sello lanzaría dos películas por año, Camilleri aclaró que los planes se han reducido debido al largo período que requiere filmar en la naturaleza. Entre los próximos filmes figuran Naked Beauty, sobre las flores y sus polinizadores, y Big Cats, que sigue a tres madres -una leona, un leopardo y un guepardo hembras- que exploran las llanuras africanas.
Igual que La Tierra, los filmes de Vida Real describían la naturaleza en toda su gloria gráfica. La Junta Censora de Nueva York prohibió un título, The Vanishing Prairie (Pradera en extinción), en 1954, por una escena que no ahorraba detalles sobre la llegada al mundo de los terneros de búfalo.
Alastair Fothergill, codirector de La Tierra, explicó el enfoque de la empresa para este nuevo filme: "Disney quería enfatizar el final feliz, pero lo que más le interesaba era la exactitud científica".
"La Tierra", nuevo film de la serie Disney Nature.
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